
Miles de manifestantes en Ucrania han vuelto a salir a las calles este lunes para protestar por la decisión del presidente, Viktor Yanukovich, de abandonar un pacto de integración con Europa. Esta movilización ya está considerada como la mayor protesta pública desde la llamada 'Revolución Naranja' en 2004 y ha despertado el miedo al default.
Por un lado, los precios de los bonos de Ucrania se han desplomado, al tiempo que los seguros contra el impago (CDS) de la deuda pública del país han subido en esta jornada. Todo ello, unido a la incertidumbre política que reina en el país y a la amenaza real por parte de los manifestantes de convocar una huelga general, han hecho que aumente el riesgo de que se desate una una auténtica crisis económica en el país.
El Banco Nacional de Ucrania (NBU) ha expresado este lunes su disposición a intervenir en los mercados de cara a garantizar la estabilidad y evitar riesgos, según ha indicado el gobernador de la entidad, Ihor V. Sorkin.
Este lunes, el primer ministro del país, Nikolai Azarov, ha reconocido ante diplomáticos de la UE y estadounidenses este lunes que la situación está fuera de control en Kiev, donde hace una semana comenzaron las protestas contra la decisión del Gobierno de suspender la firma de un acuerdo comercial con la UE.
"El NBU está listo para incrementar su participación en todos los segmentos del mercado monetario para garantizar el equilibrio y evitar todo riesgo", anunció Sorkin.
En este sentido, el máximo responsable de la política monetaria de Ucrania instó a "confiar en el sistema bancario" del país y a "mantener los ahorros", subrayando la capacidad de las entidades ucranianas de funcionar "sean cuales sean las condiciones".
"Creo que nadie en la actual sociedad ucraniana pudiera estar interesado en desestabilizar la situación económica. El NBU, como regulador del mercado bancario estará siempre en guardia para proteger los intereses económicos de Ucrania y sus ciudadanos", añadió.