Economía

España crece un 2,7% en el primer trimestre y se desacelera más de lo esperado

La economía española creció un 2,7% en el primer trimestre del año, ocho décimas menos que en los últimos tres meses de 2007, según el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato ha sorprendido negativamente ya que los analistas y el Banco de España esperaban un incremento del PIB del 2,8%. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, habla de "desaceleración rápida".

Este ritmo de crecimiento interanual es el más bajo desde el cuarto trimestre de 2002, cuando el PIB aumentó también un 2,7%. Ante estos datos, el INE señala que la economía española prosigue la senda de desaceleración que inició en el segundo trimestre de 2007. El organismo estadístico atribuye la moderación en el ritmo de avance del PIB a la menor contribución de la demanda nacional, que se vio parcialmente compensada por una aportación menos negativa del sector exterior.

En comparación con el trimestre anterior, la economía registró un crecimiento del 0,3%, el más bajo desde el tercer trimestre de 1995. Los analistas esperaban un incremento del 0,4%.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, ha señalado que los datos ponen de relieve que se está produciendo una "desaceleración rápida" respecto a los meses anteriores.

La ralentización que vive la economía, motivada en gran parte por el frenazo de la construcción, ha llevado al Gobierno a revisar sus previsiones macroeconómicas, hasta situar el crecimiento del PIB en el 2,3% tanto para 2008 como para 2009.

La desaceleración se acentuará

Pese a la acusada desaceleración prevista para el primer trimestre, había consenso entre los expertos en el sentido de que la economía profundizará aún más en el bajón de su actividad durante lo que resta de este año y también del próximo.

"Tengo la impresión de que el ajuste económico está siendo muy rápido, importante y contundente y que podemos ver peores cifras en el segundo trimestre", dijo José Luis Martínez, estratega de Citigroup en Madrid.

"El frenazo de la economía está siendo importante y el parón de la construcción se ha traslado a otros sectores", en opinión de Nicolás López, director de análisis y mercados de M&G.

Las últimas estadísticas correspondientes a la confianza empresarial y consumidora también avalan los pronósticos que apuntan a una visible desaceleración de la inversión industrial y del consumo interno, otrora pilares fundamentales del crecimiento doméstico junto con la construcción.

"La demanda interna se desacelera por la caída en el ritmo del consumo y de las inversión en los bienes de equipo", apostilló Estefanía Ponte, economista de Fortis Bank. "La parte correspondiente al sector exterior ayudará a que la foto final del primer trimestre no sea tan negativa".

Difícil contexto internacional

La aportación del sector exterior tampoco ayuda a mejorar las expectativas sobre el crecimiento doméstico a la vista de las restricciones crediticias derivadas de las crisis subprime. Este aspecto afecta muy particularmente a España por la dificultad que supone financiar su endeudamiento exterior, uno de los mayores del mundo.

Además, la subida exponencial del precio internacional del petróleo y de algunos productos alimenticios también ha sacudido con virulencia a la inflación española por la fuerte dependencia del país de las importaciones energéticas.

En este contexto, las expectativas sobre la inflación de la zona del euro generan dudas entre economistas para que el Banco Central Europeo (BCE) aborde pronto recortes del precio oficial del dinero, lo que aliviaría el pago de las hipotecas de las endeudadas familias españolas.

"Nuestro problema es que tenemos la confluencia de dos crisis exteriores como son la crisis crediticia y la subida de los precios del petróleo y de los alimentos y la propia situación interna", dijo Antonio Zamora, economista de Banco Urquijo.

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