Roma, 8 ago (EFECOM).- El fracaso de la Ronda de Doha, para la liberalización del comercio, se debió a que no supo responder a los problemas de los países en desarrollo y cuando se reanuden las negociaciones deberá hacerse con un "cambio de orientación.
Así lo afirmó hoy, en un comunicado, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para quien el fracaso se debe "sobre todo a "la lucha para obtener ventajas en los mercados agrícolas por parte de las grandes potencias, empresas y grupos de presión".
El enfoque adoptado en las negociaciones "fue equivocado desde el principio", ya que no tuvo suficientemente en cuenta los intereses de los países en desarrollo y se centró en "el libre comercio, más que en el comercio justo".
Aunque se esperaba que las negociaciones ofrecieran soluciones a las necesidades de los países pobres y los pequeños campesinos, "nunca se centraron en estas cuestiones", y como resultado sufrió un colapso, el pasado julio, por "falta de imparcialidad en su visión, su proceso y los resultados previstos".
Para la FAO, otro "factor decisivo" del fracaso fue que los países en desarrollo "tenían poco que ganar en un acuerdo centrado en las necesidades de los grandes países desarrollados".
Los objetivos de la Ronda de Doha eran "en gran parte irrelevantes para los países menos desarrollados, que no han visto ganancias en los pasados acuerdos de comercio agrícola promovidos por la OMC", aseguró la FAO.
Sin embargo, de esta situación se pueden aprender lecciones y cuando se reanuden los contactos, Doha "debería pasar a ser una auténtica Ronda del Desarrollo, planteada de una forma más amplia y participativa".
La FAO consideró que la Ronda de Doha deberá ocuparse de los subsidios domésticos y del acceso a los mercados de forma que no frenen el desarrollo.
Además, deberá abordar "de forma seria" las cuestiones relacionadas con la capacidad de suministro y las inversiones necesarias para que los países menos desarrollados se beneficien de las oportunidades de mercado que conlleva el comercio justo. EFECOM
cr/jlm