El Tribunal de Cuentas eleva a 17 el número de partidos políticos que al cierre de 2011, año electoral, presentaban un saldo negativo en sus cuentas anuales, una cifra que ha ido creciendo desde 2009, cuando había 10, y 2010, que ya eran 13.
A la cabeza de la lista de las formaciones en quiebra se sitúan la coalición CiU y su parte democristiana (Unió), que suman 21,47 millones, e Izquierda Unida federal y varias de sus federaciones, con un total de 14,07 millones de saldo negativo.
En concreto, Unió Democrática de Catalunya (UDC) acumula 11,2 millones de patrimonio neto negativo y le sigue CiU -la federación que compone con Convergència Democrática de Catalunya (CDC)-, que se anotaba 10,1 millones al finalizar 2011. Mientras que Unió ha ido incrementando esta cifra negativa desde 2009, CiU ha mejorado sus cuentas, aunque mínimamente al final de ese periodo.
El tercer puesto lo ocupa Izquierda Unida federal, con 8,5 millones, que, sumados a los saldos negativos de sus federaciones de Andalucía (3,2 millones), Madrid (1,8 millones), Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares, se elevan hasta 14 millones.
En la lista de partidos en quiebra técnica ese año también aparecen el Bloque Nacionalista Galego (-3.472.348 euros), Chunta Aragonesista (-614.400 euros), Unión Progreso y Democracia (-581.658 euros), el Partido Aragonés (-545.431 euros) o Amaiur (-439.279 euros). Sin embargo, fuentes de UPyD declararon a Reuters que gozan de un superávit de unos 690.000 euros.