
Ya lo reconoció el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a través de su portavoz, Jay Carney. La economía del país ha sufrido ante la espera y las rencillas políticas que han dominado la actualidad durante las últimas dos semanas. Esto, en un momento en que el país crece de forma "modesta o moderada" podría retrasar la llegada de una recuperación sostenible, según señaló ayer el libro Beige de la Reserva Federal.
Buena parte de las operaciones federales del gobierno han estado cerradas durante más de dos semanas. Como consecuencia, muchos analistas, como los de Goldman Sachs, restarán un 0,5% del crecimiento del PIB de EEUU durante el presente trimestre, es decir, la economía más grande del mundo debería crecer alrededor de un 2% tras la rebaja de las estimaciones. Otras consultoras estiman que la factura sólo de la parálisis de las actividades federales podría ascender hasta los 2.000 o 3.000 millones de dólares.
Por supuesto, los funcionarios afectados recibirán su sueldos una vez se reabra el gobierno; sin embargo, la confianza y el consumo ya se ha visto mermado. Al mismo tiempo un informe elaborado por Macroeconomic Advisers puso de manifiesto que la incertidumbre política generada por el Capitolio y sus decisiones de última hora desde 2010 hasta la actualidad han costado a la economía cerca de 900.000 empleos y elevado la tasa de paro en un 0,6%.
Mientras tanto, la parsimonia y desatino por no elevar el techo de deuda provocó que la agencia Fitch Ratings pusiera la calificación triple A del país en revisión negativa para una posible rebaja. Al fin y al cabo, aunque la agencia señaló que la capacidad de endeudamiento sería finalmente elevada, "el riesgo político y la reducida flexibilidad financiera aumentan el riesgo de una quiebra de Estados Unidos".
Al mismo tiempo, durante las últimas semanas, entidades como Fidelity, JP Morgan o Citigroup se han desecho de las letras del Tesoro estadounidenses, es decir, la deuda a corto plazo, con fecha de expiración en los próximos días como medida de precaución.