Economía

El Ecofin lanza la supervisión única sin cerrar el mecanismo de rescate

Luis de Guindos con el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Foto: Efe

El Consejo de ministros de Economía de la Unión Europea aprobó ayer oficialmente la puesta en marcha del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el primer pilar de la unión bancaria, aunque dejó para más adelante lo relativo al mecanismo de resolución y los fondos necesarios para actuar en caso de quiebra.

No obstante, el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, se mostró confiado en que, después de sacar adelante el supervisor único en 13 meses, la UE sea capaz de consensuar sobre el sistema de resolución antes de fin de año.

"Quedan muchos temas sobre los que tenemos margen de maniobra, de flexibilidad. Mi línea roja es lograr un sistema que funcione para proteger a los contribuyentes, para que los bancos paguen por los bancos, para que el fondo de resolución y de prevención sea efectivamente operativo", dijo Barnier al término del Ecofin.

En la práctica, según el calendario establecido, primero se revisará la calidad de los activos de los bancos y, después, se harán los tests de estrés por parte del MUS en 2014.

España airea "dudas"

El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, recalcó en este sentido que los mercados tienen "dudas" sobre la banca europea, por lo que la revisión debe ser un ejercicio "muy transparente, riguroso y serio".

Los ministros de Economía de los 28 trataron la cuestión de cómo abordar las necesidades de capital que se presenten, aunque se seguirán discutiendo los detalles el mes que viene. Guindos pidió un acuerdo en plazo sobre la autoridad única de liquidación de bancos, segunda pieza de la unión bancaria, para que los mercados no vean que la UE está de nuevo "en una situación sin salida". "Todos tendremos que ceder un poco", dijo.

El sistema previsto intenta evitar que los contribuyentes asuman las pérdidas generadas por los problemas de la banca. Así, si un banco requiere reforzar su capital propio, primero se recurrirá a los accionistas y a los tenedores de productos híbridos (preferentes y deuda subordinada), luego a los depositantes con más de 100.000 euros y, "finalmente, si eso no basta, habrá que recurrir a capital público".

A partir de ahí, primero serán los Estados quienes respondan con fondos generados por el propio sector y después, como última opción, el Mecanismo de Estabilidad Europeo. No obstante, persisten las divergencias sobre cuándo podrá optarse a la recapitalización directa de los bancos afectados, una discusión que ya a España no le interesa mucho, pues su rescate está prácticamente cerrado.

En ese punto, el debate está en "si a partir de determinada cantidad de capital, se puede recurrir al Mede (el fondo de rescate europeo) para hacer la recapitalización. El Gobierno alemán lo ve como una posibilidad absolutamente excepcional y otros países no lo ven como una posibilidad tan excepcional", explicó Guindos.

Por otra parte, los ministros optaron además por la opción menos ambiciosa para movilizar fondos para las pymes a través del Banco Europeo de Inversiones y los fondos estructurales.

El Ejecutivo comunitario pretendía movilizar con diferentes mecanismos hasta 100.000 millones, siguiendo el modelo más elaborado. La Comisión había puesto tres opciones, entre las que España defendía la más ambiciosa. Esta fórmula propone un instrumento de garantías conjuntas que se combinaría en el futuro con otro de titulizaciones de préstamos, que generarán créditos de entre 55.000 y 58.000 millones.

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