
Según la actualización de las Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) para España hasta 2018, parece que al Gobierno de Mariano Rajoy le costará este año cumplir con los objetivos de déficit, pese al desahogo de Bruselas.
Así, este año, la meta se establece en el 6,5 por ciento y el FMI estima que España logrará reducir su déficit hasta el 6,68 por ciento, es decir, casi dos décimas por encima del objetivo. Sin embargo, el año que viene, el Ejecutivo de Mariano Rajoy hará los deberes y se quedará por debajo del 5,8 por ciento que establece la Comisión Eurpea, en el 5,77 por ciento para ser exactos.
A partir de entonces, volvemos de nuevo a incumplir, salvo nuevos ajustes y reformas pendientes. En 2015, el déficit se reducirá hasta el 4,96 por ciento, por encima de lo establecido por Bruselas (4,2 por ciento), para situarse en el 3,9 y el 3 por ciento en 2016 y 2017 respectivamente, por lo que el desvío vuelve a incrementarse respecto a las metas de los mandamases del Viejo Continente, que establecen un objetivo de déficit del 2,8 por ciento para 2016. Según los cálculos del Fondo será dentro de cinco años cuando el déficit español se reduzca hasta el 2 por ciento.
Por otro lado, en lo que se refiere a la dinámica de deuda de nuestro país, el ratio de deuda respecto al PIB alcanzará este año el 93,7 por ciento y continuará su senda ascendente en 2014, al alcanzar el 99 por ciento del PIB.
La cifra psicológica se cruzará en 2015, cuando tocaremos el 102,5 por ciento de deuda respecto al PIB, un número que debería estabilizarse en 2018, cuando alcance el 105,07 por ciento de nuestra economía.