Economía

Aena y la Comunidad de Madrid se enfrentan por la caída de Barajas

El Gobierno regional dice que la culpa es del fuerte incremento de las tarifas aeroportuarias. El gestor lo niega y reclama a la administración madrileña que imite el modelo de Barcelona y promocione Madrid como destino turístico.

¿Quién es el culpable de que el aeropuerto de Barajas haya perdido entre 2007 y 2012 un total de 7 millones de pasajeros, especialmente en el último año, y que el pasado mes de agosto haya cedido el liderazgo en España frente a El Prat? El presidente de Aena, José Manuel Vargas, aseguró ayer por la mañana en un encuentro informativo con los medios de comunicación que esto es consecuencia de un conjunto de factores, entre los que figuran la competencia de la red de ferrocarril de Alta Velocidad (AVE), la crisis económica, que está lastrando los vuelos domésticos, y el proceso de reestructuración de Iberia, la compañía "más relevante e importante" del aeropuerto, reclamando a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid que sigan el ejemplo de Cataluña y Barcelona e incentiven a la capital de España como destino.

Todo, menos el incremento de las tasas aeroportuarias. "Tenemos el mejor aeropuerto de Europa y el que tiene además las tasas más bajas. Ese no es el problema, las tarifas no van a mover el tráfico aéreo, porque el tráfico lo mueve la demanda (...) A mí no me van a poner un avión de Bombay a Madrid porque yo baje las tasas mil euros", apostilló. Ante estas declaraciones el Gobierno regional no tardó en responder asegurando que la culpa no es suya, sino de "la subida de las tasas aeroportuarias decretada por Aena", al margen también del conflicto laboral de Iberia.

Huida del bajo coste

Fuentes del Gobierno regional explican que "uno de los factores del descenso de viajeros fue, precisamente, la decisión de Easyjet de cerrar su base en el aeropuerto de Madrid a finales del 2012, debido a las elevadas tasas aeroportuarias y de reducir sus vuelos en España un 7 por ciento".

De hecho, cuando se efectuó la subida de tasas en 2011, EasyJet estimó que se encarecían los costes en un 30 por ciento, algo que las compañías low cost no se pueden permitir, pues su principal atractivo es el precio.

Desde la Comunidad de Madrid se recuerda también que lo mismo ocurrió con Ryanair, que en noviembre de 2012 anunció "la reducción de un 35 y un 23 por ciento de la oferta de vuelos que tiene en Madrid y Barcelona, respectivamente, por la subida de tasas realizada por Aena". Las tarifas por pasajero han subido un 97 por ciento en Madrid entre 2011 y 2013 y un 94 por ciento en Barcelona mientras que las tarifas por aterrizaje y tránsito (operaciones) subieron un 11,4 por ciento durante ese mismo periodo tanto en uno como en otro aeropuerto.

El problema, según recuerdan desde el Gobierno que preside Ignacio González, es que "hay que tener en cuenta que el coste (euro por tonelada) de aterrizar en Madrid es de un 13,59 por ciento más caro que en Barcelona -además de otro 5,6 por ciento más caro por pasajero-, algo que explicaría que el aeropuerto de El Prat haya incrementado ligeramente el número de viajeros en 2012 para caer levemente este ejercicio".

De hecho, desde que comenzó la crisis en 2008, el número de pasajeros en Barajas se ha mantenido estable en torno a los 50 millones de pasajeros anuales, hasta que en 2012 el computo anual descendió un 9 por ciento respecto al año anterior, coincidiendo con el incremento del 10 por ciento de las tasas aeroportuarias y del conflicto laboral de Iberia, que comenzó a principios de año.

Pero el presidente de Aena no está dispuesto a ceder y dejó ayer muy claro que no bajará las tasas antes de 6 ó 7 años porque antes hay que solventar el déficit tarifario, que según dijo se elevará este año a 250 millones de euros. "No podemos pretender querer tener el mejor aeropuerto y luego no repercutir los costes en las tarifas", aseguró Vargas. No obstante, manifestó también que se está estudiando aprobar bonificaciones con el objetivo de incrementar el tráfico.

Bonificaciones puntuales

"Se trata de incentivos puntuales, que se introducen en las tarifas para estimular situaciones concretas en algún momento, con lo que se beneficiará no sólo a Barajas, sino a todos los aeropuertos españoles", explicó.

Vargas sí que coincide, en cambio, con la Comunidad de Madrid en el problema que está suponiendo para el aeropuerto de la capital de España la reestructuración que está llevando a cabo Iberia. Según dijo, "si IAG es capaz de cerrar un acuerdo y relanzar el aeropuerto y hay recuperación económica, en 2014 se pondrán ver ya crecimientos de tráfico en Barajas en determinados meses del año". Pero, en su opinión, su futuro dependerá, en cualquier caso a largo plazo, del desarrollo que tenga Iberia Express, la filial de bajo coste del grupo, que debería para Aena replicar en Madrid el modelo de Vueling en Barcelona.

A todo ello habría que sumar además la posible entrada de nuevas compañías. "Hay aerolíneas nuevas de bajo coste muy interesadas en llegar a Barajas y otras compañías que ven el aeropuerto madrileño como un destino muy atractivo de futuro", señaló apuntando, entre otros, el nombre del principal grupo aéreo de bajo coste de Noruega, Norwegian, y de varias empresas asiáticas.

Aena asegura que en el mes de septiembre Barajas ha vuelto a recuperar otra vez el liderazgo que había perdido en agosto frente al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, pero eso no satisface a la Comunidad de Madrid. "La caída en el número de viajeros ha continuado durante el año 2013, registrando un descenso superior al 14 por ciento hasta el mes de agosto, una disminución que de mantenerse así llevaría al aeropuerto de Barajas a acabar este año con 38 millones de pasajeros", aseguran fuentes del Gobierno regional.

Si se cumplieran estas previsiones, Madrid perdería en sólo dos años 11,6 millones de pasajeros.

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