Cataluña es el principal motor de la exportación en España y, según los partidarios de la independencia, su mayor fortaleza a la hora de constituirse como nuevo Estado. Con todo, las demás comunidades autónomas han redoblado sus apuestas por el sector exterior para salir de la crisis y están arañando cuota de mercado, al tiempo que incrementan sus volumen de ventas a ritmos que rebasan con creces las tasas catalanas.
Así lo demuestran los datos del Ministerio de Economía relativos al primer semestre de este año, aquél que está resultando histórico para nuestro sector exterior con hitos como el registro en marzo pasado del primer superávit en la balanza comercial desde 1971. Uno de los resultados de ese impulso generalizado ha sido que la cuota de mercado se encuentra más reñida.
La parte del león continúa correspondiendo a Cataluña con el 23,6 por ciento del total de la exportación española en el pasado mes de junio (casi 5.000 millones de euros en términos absolutos), muy por delante del segundo de la clasificación, Madrid y su 15,9 (3.305 millones). Ahora bien, la cuota catalana se elevaba al 25,5 por ciento tan sólo seis meses antes, en diciembre de 2012. En idéntico periodo, la capital se las arregló para ver ampliado su mercado tres puntos porcentuales y medio.
Los datos acumulados de enero a junio de este ejercicio acerca del volumen de ventas de bienes y servicios a otros países también muestran una evolución muy particular en el caso de la comunidad autónoma que preside Artur Mas.
En primer lugar, hay que tener en cuenta el contexto y cómo la tendencia predominante en él la marcan los incrementos. De hecho, en el primer semestre, el monto de las exportaciones sólo experimentó descensos interanuales en cuatro comunidades, de los cuales únicamente cuatro fueron de elevada cuantía: Baleares con un 23 por ciento menos y Cantabria con un 12,1.
A contracorriente
Con todo, Cataluña parece nadar contracorriente y experimentar en menor medida el impulso generalizado del sector exterior. Como consecuencia, el volumen de sus ventas allende a nuestras fronteras está prácticamente estancado: sólo se elevó tres décimas con respecto al primer semestre del año pasado y se distinguió como el menor de los avances que registraron todas las autonomías en ese periodo. Paralelamente, en los mismos 12 meses, Madrid vio incrementadas sus ventas un 27,6 por ciento y también aceleraron notablemente en Andalucía, con un 10,4 por ciento interanual, Murcia, con el 13,4, y Comunidad Valenciana, que se apuntó una tasa del 11,4 por ciento.
La representación del sector exterior de un país o región se encuentra incompleta si no se considera el otro extremo de la balanza comercial: el propio de las importaciones. Y lo cierto es que, desde este punto de vista, las cifras catalanas también marcan distancias con respecto a las propias de las demás comunidades autónomas.
El 27% de la importación
Así, en el conjunto de 2012, absorbió el 27,1 por ciento del total de las compras nacionales, es decir, 68.687 millones de euros; de nuevo muy por encima de la región a a la que le corresponde la medalla de plata (Madrid con sus casi 49.000 millones un 19,3 por ciento del total de las compras).
Esta cuantía se encuentra en decrecimiento, como cabe esperar de una economía como la catalana que cayó un 1,3 por ciento en 2012 y que todavía no ha abandonado oficialmente la recesión; de hecho, entre enero y junio pasados, las compras de bienes y servicios al exterior bajaron un 6,8 por ciento interanual.
Pero los descensos como ése no bastan para que las exportaciones, pese a su gran cuantía, enjuguen el déficit comercial en el que Cataluña se encuentra inmersa.
Según el Ministerio de Economía, el agujero aumentó un 32,1 por ciento el año pasado, hasta llegar a sumar 10.404 millones de euros. La región, por tanto, es una de las que continúan tirando al alza del desequilibrio comercial del conjunto de España, como también lo hace Madrid y sus 22.195 millones precedidos por el signo negativo.
Sin embargo, los superávit que presentan otras autonomías, el mayor de los cuales correspondió el año pasado al País Vasco y sus casi 4.800 millones, sirven de compensación y finalmente el agujero del conjunto del país quedó el año pasado en 30.757,4 según los datos recogidos por Economía del Departamento de Aduanas y de la Agencia Tributaria.