
Lugo, 12 sep (EFE).- El juzgado de primera instancia e Instrucción número 2 de Mondoñedo (Lugo) ha estimado la demanda contra Novagalicia Banco (NCG) presentada por un matrimonio de jubilados del municipio de Trabada, que habían invertido 40.000 euros de sus ahorros en participaciones preferentes, de forma que la entidad financiera tendrá que devolverle ese dinero.
Según informó el abogado de los demandantes, Patricio Viveiro Fernández, la sentencia condena a la entidad financiera a devolverles a los afectados ese dinero, menos la parte de los intereses que tenían percibido, además de imponerle las costas del proceso judicial a NGB.
Desde su punto de vista, se trata de "una sentencia muy interesante porque está muy bien fundamentada", y además fue dictada "en una zona muy afectada por este tipo de casos, como es A Mariña oriental".
El letrado aclaró que los demandantes fueron "clientes de la sucursal durante toda la vida, treinta años", y tenían "mucha confianza con la persona" que les vendió estos productos, por lo que se fiaron de él.
De hecho, la sentencia recoge, según el letrado, esa "característica" por parte de los afectados y "la peculiaridad del caso", así como "la declaración de la persona que les vendió el producto", porque fue "sincera" y reconoció que "carecía de conocimientos suficientes" para comercializar las preferentes, así como que la persona que firmó el contrato no llegó a leerlo.
Viveiro explicó que la persona que colocó su dinero en ese producto lo "vendió efectivamente como un depósito, porque consideraba que en ese momento no iba a haber ningún tipo de problema" y que "no había riesgo" para los clientes"
Es una "sentencia muy bien fundada, muy clara, que da como resultado un fallo favorable para estos ahorradores y condena en costas, lo cual es muy interesante, porque hay muchos casos en esta zona que podrían encuadrarse en ese perfil", matiza Viveiro.
El fallo "declara la nulidad contractual" y "acuerda la devolución a lo ahorradores", menos los intereses percibidos y, como el producto fue contratado en el año 2009, "supone perder unos 4.000 euros del total", concluye.
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