
Las economías desarrolladas ya empiezan a mostrar los primeros síntomas de recuperación. Pero la recesión que justo ahora empiezan a dejar atrás y los años de crisis han obligado a sus ciudadanos a cambiar sus hábitos de consumo, a mirar cada céntimo de más que gastan. Y ahora que los datos sugieren una mejoría no parece que vaya a modificarlos de nuevo.
Ciertos cambios de comportamiento que ha traído consigo la crisis podrían tardar mucho tiempo en revertirse y otros terminar siendo permanentes, según sugieren los expertos.
Muchos consumidores se han visto obligados a rebuscar entre descuentos y rebajas. A pasar de los productos de marca a adquirir artículos de marca blanca y a comprar más en tiendas o supermercados de barrio que en los grandes supermercados a las afueras de la ciudad para así ahorrar algo de combustible, señala en un artículo Reuters.
La agencia de noticias se centra más en el comportamiento de los consumidores en Estados Unidos, pero esta tendencia bien podría aplicarse a otros países. Esos comportamientos, señala, han beneficiado a empresas como Aldi o Lidl, así como a ciertos minoristas.
Los precios son hoy mucho más importantes para la generación de los nacidos entre 1980 y el 2000, señala a Reuters el presidente ejecutivo de Walmart, Bill Simon.
Walmart, la mayor cadena minorista del mundo, se benefició durante mucho tiempo de este cambio en los hábitos de consumo, pero redujo sus previsiones el mes pasado, citando los débiles resultados registrados en muchos mercados clave.
Se espera que la economía de Estados Unidos muestre una notable mejoría hacia finales de año, ayudando a reducir el desempleo, mientras que la tentativa recuperación de la Eurozona parece que va a continuar, a pesar de que eso no se traduzca en una mejora salarial.
"Los consumidores aún se encuentran en el punto de apretarse el cinturón, vigilando cuánto gastan, comprando de forma inteligente", señala en declaraciones a Reuters John Rogers, el director financiero de J. Sainsbury. "Eso no es un cambio que se vaya a revertir rápidamente", añade.
En su opinión, es poco probable que los ciudadanos cambien sus hábitos para ir a comprar con más frecuencia y vuelvan a desperdiciar alimentos como antes a medida que la economía se recupere. "Es un comportamiento arraigado", concluye.
Se generaliza el 'Todo a un euro'
Además de lanzar agresivas promociones empresas de bienes de consumo como Unilever o Reckitt Benckiser han respondido a la amenaza de la marca propia ofreciendo productos en paquetes más pequeños, así como un nuevo rango de valores.
"Es increíble cómo el comportamiento del consumidor ha cambiado , especialmente en el sur de Europa", señala el CFO de Unilever Jean Marc Huet. "Algunos comportamientos suponen retroceder 20, 30 o incluso 40 años".
Unilever es una de las muchas empresas que se ha sumado a la tendencia de vender artículos por 1 euro o 1 libra.
"No esperamos ningún cambio significativo en los mercados desarrollados, tanto de Europa como de Estados Unidos", señala Huet.
"Algo muy arraigado es ahora esperar a las rebajas. Y en muchos casos esas rebajas se han convertido en permanentes y constantes", concluye Euromonitor.