Barcelona, 2 ago (EFECOM).- El conseller de Trabajo, Industria y Consumo, Jordi Valls, ha advertido hoy que las compañías aéreas podrían alegar, para evitar pagar indemnizaciones, que la movilización protagonizada por los trabajadores de Iberia en El Prat no fue una huelga, sino un conflicto de fuerza mayor.
Valls, que ha comparecido en la Diputación Permanente del Parlament para informar sobre el conflicto ocurrido el pasado viernes en el aeropuerto de Barcelona, ha asegurado que la protesta de los empleados de Iberia Handling, que paralizaron el aeropuerto, "no fue una huelga ni tampoco una huelga salvaje", ya que no se comunicó previamente la movilización, impidiendo que se dictaran los servicios mínimos y se mediara en el conflicto.
En este sentido, Valls ha explicado que las compañías aéreas afectadas podrían plantear esta crisis no como una huelga legal, sino como un conflicto tipificado como de "fuerza mayor", lo que "puede exonerar las responsabilidades de aquél que generó un contrato y que por estas circunstancias no se ha cumplido".
En cualquier caso, el conseller ha asegurado que el gobierno catalán está trabajando para que se garanticen los derechos de los consumidores y las compañías paguen las indemnizaciones y tramiten correctamente todas las reclamaciones.
La Agencia Catalana de Consumo (ACC) ha abierto hasta el momento dos actas de inspección a Iberia y AENA para comprobar que se han habilitado los mecanismos de canalización de reclamaciones adecuados y que se han aplicado las medidas extraordinarias para facilitar que todos los pasajeros afectados verán atendidas sus quejas.
En concreto, Consumo ha comprobado que AENA, que ha contestado de "forma rápida" a sus requerimientos, ha establecido una unidad especial de reclamaciones, que se pueden formalizar a través de cinco mostradores en El Prat y otros aeropuertos españoles y a través de internet.
A fecha de 31 de julio, AENA había entregado 6.500 hojas de reclamación y tramitado más de 3.500 quejas, según ha comentado Jordi Valls.
En cuanto a Iberia, la Generalitat ha comprobado que la compañía, a la que ha abierto un expediente informativo, dispone de las hojas de reclamación necesarias y de puntos de información donde presentarlas, a pesar de que el pasado viernes tuvo que cerrar estos puntos por la "presión" de los pasajeros afectados.
A fecha de hoy, la ACC, a través de las oficinas de turismo, del aeropuerto o de las propias oficinas de la Agencia, ha atendido a más de medio millar de usuarios que perdieron sus vuelos o debieron suspender sus vacaciones por el conflicto de Iberia.
En la Diputación Permanente ha comparecido también la consellera de Salud, Marina Geli, quien ha asegurado que el gobierno catalán actuó de manera firme pero con discreción en esta crisis.
Geli ha explicado que el mismo días 28 de julio y a lo largo del fin de semana trabajaron en el aeropuerto siete unidades de soporte vital para atender a los usuarios de las terminales que lo necesitaran.
Catorce sanitarios operaron en cada turno junto con unos sesenta voluntarios de la Cruz Roja, que debieron realizar una veintena de asistencias, ninguna de ellas de gravedad, principalmente a causa de lipotimias, crisis de ansiedad, caídas e hipoglucemias. EFECOM
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