
Entre enero y julio el déficit del Estado alcanzó el 4,38% del PIB, frente al objetivo del 3,8% previsto para todo el año. El Gobierno se defiende alegando que el saldo negativo de la Administración Central suele subir a mitad de año y se contiene en los últimos meses del ejercicio. Pero la realidad es que, una vez más, la promesa de cumplir con el déficit presupuestario por primera vez en cinco años está en peligro y alimenta las preocupaciones de que el aumento de la estabilidad financiera está enmascarando profundos problemas económicos. España, el país europeo con el peor pronóstico para los próximos cinco años.
El límite de déficit para el conjunto de Administraciones Públicas es este año del 6,5%. Pero analistas de Funcas, de Mizuho International y de Bank of America Merrill Lynch, que cita Bloomberg, aseguran que será difícil cumplir con esa meta si el gasto en prestaciones sigue subiendo y se tambalea la previsión de recaudación de impuestos.
Esta mañana, el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años rondaba los 255 puntos básicos, con el rendimiento en torno al 4,52%. Poco tienen que ver estas cifras con los 650 puntos básicos que tocó en julio de 2012, justo antes de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se comprometiese a hacer "lo que sea necesario" para salvar el euro. Esa intervención fue un auténtico punto de inflexión, algo así como una rescate pero sin gastar un solo euro y cuyos efectos se multiplicaron en la reunión del BCE del 6 de septiembre, cuando anunció la puesta en marcha de su programa de compra de bonos soberanos.
Incluso a estas alturas "las declaraciones de Draghi siguen limitando los costes de endeudamiento", señala Neil Williams, economista jefe del Hermes Fund Managers. "Pero harán muy poco para abordar los verdaderos problemas de fondo".
Bruselas mira hacia otro lado
Probablemente debido a la reciente mejoría y "a las críticas a las políticas de austeridad", la Comisión Europea "ha pasado por alto la falta de avances en algunas reformas estructurales y en el déficit", señala Rubén Segura-Cayuela, un execonomista del Banco de España que trabaja hoy en Bank of America Merryll Lynch. "La pregunta clave es si las agencias de calificación también mirarán hacia otro lado", apunta en declaraciones que recoge Bloomberg. Él prevé que España cierre 2013 con un déficit del 7%.
Standard & Poor's, que califica la deuda española en 'BBB-', a un paso del bono basura, dijo en junio que errar en el objetivo de déficit puede dar lugar a una rebaja. Si España pierde su estatus de grado de inversión, algunos fondos se verán obligados a vender sus tenencias de deuda, señala la agencia.
Las reformas puestas en marcha probablemente producirán "un mayor aumento de los ingresos en la última parte del año", señala la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, en declaraciones a Bloomberg.
En plena campaña electoral, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que el fuerte dinamismo actual de las exportaciones española demuestra que la receta de austeridad impuesta por la canciller Angela Merkel funciona. Ahora bien, sus palabras podrían tener algo menos de sentido si España falla a la hora de cumplir con el objetivo que impone Bruselas. Y eso pondría en peligro de nuevo los mínimos de dos años que tocó recientemente la prima española.
Los problemas de la Seguridad Social
"Teniendo en cuenta la tendencia del déficit de la Administración Central veo riesgos al alza", señala Mizuho Internacional. "La Seguridad Social lo está haciendo peor que el año pasado y los ingresos fiscales están aumentando menos de lo previsto", concluye por su parte Angel Laborda, economista jefe de Funcas, que está considerando elevar su previsión de déficit al 6,5%.
Miembros de la Comisión Europea evaluarán las perspectivas de déficit en otoño, explicó recientemente el portavoz de la CE, Simon O'Connor.