Economía

BID proyecta fuerte caída cifra personas que enviarán remesas América Latina

Washington, 30 abr (EFECOM).- La crisis económica de EEUU y la actitud negativa hacia los inmigrantes pueden hacer que un 25 por ciento menos de personas envíen este año remesas a Latinoamérica, lo que afectará a millones de familias en la región, dijo hoy el BID.

Las proyecciones se basan en una encuesta entre 5.000 latinoamericanos residentes en EEUU y compara los resultados con los que se obtuvieron en el último sondeo similar hecho en el 2006.

El estudio capitaneado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), prevé que unos 9,4 millones de latinoamericanos residentes en EEUU podrán mandar dinero este año a sus países, frente a los alrededor de 12,6 millones en el 2006.

El organismo advirtió que esta tendencia tendrá dos impactos negativos a corto plazo.

La primera consecuencia será que al menos dos millones de familias latinoamericanas, la mayoría de ellas en México, pueden caer por debajo de la línea de la pobreza, lo que tendría otra posible segunda repercusión: más personas dejarían sus hogares.

El análisis de los datos de la encuesta revela también que los inmigrantes que mandan remesas envían montos más altos y con mayor frecuencia, lo que sirve para compensar la caída en el número de personas que transfieren dinero.

Eso hará que el volumen de remesas desde EEUU a América Latina se mantenga estable en el 2008, en alrededor de 45.900 millones de dólares, en línea con las cifras del 2006 y 2007.

El monto total de transferencias a la zona en el 2007, que incluye el dinero enviado también desde Europa y Japón, fue de 66.500 millones de dólares, según los datos del BID.

Por lo demás, el estudio muestra que la desaceleración de la locomotora económica estadounidense ha pasado factura a los hispanos. Así, la tasa de desempleo entre los latinos se situó en el 7,1 por ciento en el primer trimestre del 2008, frente al 5,2 por ciento del 2006.

Entrevistas hecha para la elaboración del informe presentado hoy sugieren que los inmigrantes son "flexibles y perseverantes", se adaptan a la pérdida de trabajo al cambiar de sector y hacen frente al mayor costo de vida con varios empleos simultáneos.

El BID apunta que el menor brío de la economía estadounidense no lo explica todo y destaca que las actitudes hacia los inmigrantes contribuyen a los cambios de tendencias que se observan.

En ese sentido, un 81 por ciento de los encuestados dijo creer que es más difícil encontrar ahora un trabajo que pague bien que en los años anteriores.

Además, un 68 por ciento de los entrevistados aseguró que la discriminación es un gran problema para ellos y sus familias.

En el 2001, la primera vez que se realizó el sondeo, sólo un 37 por ciento creía que la discriminación era un gran problema, mientras que el 46 por ciento decía que no era un problema en absoluto, un dato que ha caído ahora hasta el 19 por ciento.

La mayoría de los participantes en la encuesta -un 51 por ciento- considera que el clima anti-inmigrante hace que sea más difícil enviar dinero a sus hogares de origen. Sólo un 33 por ciento está en desacuerdo con ese planteamiento.

La combinación de enfriamiento económico y actitudes negativas hacia los inmigrantes se traduce, según el BID, en incertidumbre para los hispanos en EEUU y para sus familias en América Latina.

El informe destaca, de todos modos, que dado el creciente envejecimiento de la población de EEUU, el país necesitará seguir importando mano de obra.

De ahí que el análisis concluya que aquellos que están a favor del crecimiento en EEUU tienen que estar también a favor, en el largo plazo, de la inmigración.

Por lo demás, el estudio proyecta que los estados desde los que caerá más el envío de remesas son Pensilvania, Texas, Georgia y Maryland. En el lado opuesto se encuentran Nevada, Colorado, Washington, Massachusetts y California. EFECOM

tb/mla/lgo

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