Hungría ha devuelto hoy un préstamo acordado en 2008 con el FMI, siete meses antes del plazo previsto, con lo que da el paso definitivo para financiarse en los mercados y llevar a término lo que el Gobierno considera su "lucha de independencia" financiera frente a la institución internacional.
El Gobierno del partido conservador Fidesz se enfrentó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde su llegada al poder en 2010 y hablaba de una "lucha de independencia" frente a la institución financiera, asegurando que Hungría es capaz de financiarse con préstamos del sector privado.
El propio primer ministro conservador, Viktor Orbán, afirmó en alusión a estas relaciones que las discusiones con el FMI eran "una lucha por la libertad de actuación del país".