En la Unión Europea (UE) todo se toma su tiempo y la recuperación económica no va a ser una excepción. Siguen abiertas las apuestas sobre si los datos que la Oficina Estadística de la UE (Eurostat) hará públicos este miércoles, relativos al comportamiento del PIB en el segundo trimestre del año, mostrarán ya crecimiento en la zona del euro.
Muchos analistas piensan que ese hito se demorará hasta el tercer trimestre, pero lo que ya nadie pone en duda es que la Unión Monetaria, con Alemania en cabeza, enfila hacia una recuperación que será lenta, muy dependiente de cómo vayan las cosas en el exterior y marcada por unos niveles de paro que aún serán históricamente altos.
Para hacerse una idea de lo despacio que transcurrirá el despertar, hay que percatarse de lo bajo que se sitúa su punto de inicio. Así, el dato destinado a ser memorable, el que marcará el fin de la recesión más larga que ha visto Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, será bien modesto. Incluso los más optimistas, como los expertos de RBC, quienes dan por seguro que ha habido crecimiento ya entre abril y junio, remarcan que el avance no ha pasado de una décima en escala intertrimestral.
En cuanto a su dependencia del exterior, esta semana los 51 economistas que asesoran al Banco Central Europeo empeoraron sus previsiones para la Unión Monetaria de aquí a 2015, en parte, por los decepcionantes datos de actividad en China y Brasil.
Esos mismo expertos tienen claro que no se pueden esperar demasiados beneficios para el mercado de trabajo de una recuperación tan frágil y por ello auguran una tasa de desempleo récord, 12,3 por ciento en 2014, para el conjunto de los 17 países del euro.
En un área económica tan amplia y variopinta, con todo, el cambio de ciclo y sus dificultades presentan diferentes caras según desde el lugar que se consideren.
La industria alemana marca el compás
1. Alemania supuso la gran decepción de los datos de PIB del primer trimestre. No pudo ni estar a la altura de las modestas expectativas de los analistas: aquéllos esperaban un avance del 0,3 por ciento intertrimestral entre enero y marzo. La locomotora a duras penas llegó al 0,1 congelada por un invierno "extremadamente frío" según Destatis (la oficina estadística oficial de Alemania). Esta semana, sin embargo, el Ministerio de Economía teutón dejó claro que "la actividad alcanzó masa crítica después de la dura temporada invernal".
El dato que más pábulo ha dado al optimismo es el referente a la producción del sector secundario, en un país en el que la industria lo es todo. Su indicador se elevó un 2,4 por ciento en junio pasado con respecto a mayo y pulverizó las expectativas de los analistas quienes no esperaban más de un 0,3 por ciento. Cifras como éstas avalan que, una vez más con independencia del cariz que tome la recuperación en Europa, el despertar va a estar conducido de nuevo por el gigante exportador.
Los mejores pronósticos del Banco de Francia
2. El país vecino había resistido hasta que comenzó 2013. Aun cuando la zona del euro en su conjunto llevaba cinco trimestres en recesión, Francia se las había arreglado para que, técnicamente, no se pudiera considerar a su economía en ese estado. No pudo resistir, no obstante, entre enero y marzo pasados, cuando su producción retrocedió un 0,2 por ciento intertrimestral y se sumó a la mengua que ya había registrado en el último cuarto de 2012.
Con todo, los últimos pronósticos del Banco de Francia defienden que la permanencia en la recesión ha sido corta. El organismo regulador anunció el mes pasado que preveía una avance del PIB del 0,2 por ciento entre abril y junio, es decir, mejoraba en una décima los cálculos que manejaba antes del verano. La causa de la revisión estriba, como en el caso alemán, en el mejor cariz que muestra la industria, especialmente los sectores de fabricación de material de transporte (excluido el automóvil) y el ámbito farmacéutico.
Menor caída en Italia a la espera de reformas
3.Las buenas noticias en Italia van poco más allá de un ralentización de la recesión, pero no es poca cosa en un Estado que encadena ocho trimestres en esa situación. Ahora, el pronóstico oficial habla de una caída del 0,2 por ciento intertrimestral entre abril y junio frente al traspié del 0,5 que mostró en los tres meses precedentes.
Ahora bien, voces muy escuchadas en el mundillo económico ponen de manifiesto que la tendencia puede torcerse en el caso de el Gobierno del primer ministro Enrico Letta no profundice en las reformas. En particular, el CEO de la todopoderosa automovilística Fiat aseguró recientemente que "las condiciones siguen siendo tales en el país que es difícil garantizar el pleno control en las operaciones industriales".
El sector exterior hizo historia en España
4. España se encuentra más cerca del caso italiano que del alemán, en la medida en que continuó en recesión en el segundo trimestre (con un 0,1 por ciento de caída) y su sector industrial se encuentra exhausto tras una crisis que dura ya seis años. La prueba de ello se encuentra en el hecho de que la producción del sector secundario cayó un pronunciado 4,6 por ciento en junio pasado. Ahora bien, la economía en su conjunto ha ganado en competitividad, gracias al descenso de los costes laborales y al aumento del número de empresas que se aventuran a exportar.
El fruto de todo ello ha sido un vuelco en el sector exterior español, cuya balanza por cuenta corriente ha reducido su déficit del 10 por ciento del PIB al entorno del 1. Y por si fuera poco, España ha dejado de devorar capitales procedente del exterior y, por primera vez, desde 1997, cuenta con excedente de financiación. El paro, por otro lado, continúa siendo un problema grave, pero de momento ha logrado dejar atrás los seis millones de desempleados en el segundo trimestre.
Portugal vive la primera caída del paro en 2 años
5. Portugal es uno de los países que con más dureza ha experimentado lo que implica recibir un rescate financiero del Fondo Monetario Internacional, el BCE y la Comisión Europea. Entre otras consecuencias, una de las más relevantes fue un alza del desempleo como el país no había conocido en las últimas décadas, hasta el punto de que no ha sido posible que el paro descendiera en ningún trimestre durante dos años, ni siquiera en los meses de verano.
La situación cambió en el segundo cuarto de este año, cuando el porcentaje de personas sin trabajo cayó 1,3 puntos porcentuales hasta situarse en el 16,4 por ciento. Y más buenas noticias la previsión oficial sigue hablando de caída de la producción en el segundo trimestre; con todo, otras opiniones, como la de la Universidad Católica ven un posible un avance de la economía, quizá del 0,2 por ciento, debido a la muy buena temporada turística.
Hasta el 'ladrillo' logra crecer en Reino Unido
6. Fuera de la zona del euro, uno de los países clave para apuntalar la recuperación del conjunto de la Unión, Reino Unido, ha vuelto a esquivar la recesión entre finales de 2012 y principios de 2013. El riesgo de caída queda lejos después de que su PIB creciera un 0,6 por ciento en el segundo trimestre, según los cálculos del Banco de Inglaterra. De hecho, entre abril y junio, incluso un sector tan tocado como el inmobiliario, tras la explosión de su burbuja, se las arregló para crecer un 0,9 por ciento, desde los mínimos que alcanzó al inicio del año.