Economía

Las infraestructuras, el talón de Aquiles del despegue económico de Indonesia

Juan Palop

Yakarta, 28 abr (EFECOM).- Las deterioradas e insuficientes infraestructuras de Indonesia, la mayor economía del Sudeste Asiático, se han convertido en el talón de Aquiles de su desarrollo y le impiden crecer al ritmo de otros emergentes como China o India.

Indonesia podría situarse a la altura de los países más dinámicos de la región, aseguró a Efe Santiago Elorza, consejero económico y comercial de España en Indonesia, si mantuviera durante los próximos años un esfuerzo de gasto en infraestructuras de entre el 6 ó 7 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).

El Ministerio de Transportes calculó recientemente que la nación precisa una inversión mínima de unos 25 billones de rupias (2.720 millones de dólares ó 1.700 millones de euros) al año durante la próxima década.

De conseguirlo, calcula Elorza, Indonesia podría mantener una tasa de crecimiento económico anual del 8 por ciento o superior, bastante más próxima a las China (11,4 por ciento), India (9,6 por ciento), Vietnam (8,5 por ciento) o Filipinas (7,3 por ciento).

Indonesia, cuyo PIB es similar al de Suiza o Bélgica, creció el año pasado al 6,3 por ciento, la tasa más elevada del último lustro, una cifra que no conseguirá mantener este año, según los cálculos del Gobierno y las instituciones multilaterales, por el enfriamiento de la economía global y el fuerte repunte de la inflación en la alimentación y la energía.

El trabajo pendiente es ingente en el área de las infraestructuras, señala el jefe de la Oficina Económica y Comercial de España en Yakarta, especialmente en las áreas de energía, transportes y suministro de agua.

En Indonesia, cerca de un 61 por ciento de los hogares no cuenta con agua corriente y un 45 por ciento de la población no dispone de electricidad, según los datos que Elorza.

Además, las necesidades de mejora y ampliación de transportes (carretera, ferrocarril, aéreo, marítimo) y telecomunicaciones modernas son enormes, añade el economista, un déficit que también se extiende a infraestructuras relacionadas con la sanidad y la educación.

Según un estudio de marzo de 2008 de la ong "The Asia Foundation", las "pobres infraestructuras" del país son una de las causas que hacen que el transporte terrestre y marítimo sea "caro e ineficiente", una verdadera traba para su competitividad exterior.

Asimismo, los problemas de seguridad del sector aéreo nacional son habituales, como recordó hace unos días la Comisión Europea, al mantener la prohibición de volar al territorio a los 25 de las 51 aerolíneas indonesias.

La formación de este cuello de botella en el despegue económico indonesio se debe a multitud de factores, que abarcan desde la propia condición geográfica del país (cuenta con más de 17.000 islas) a la arraigada lacra de la corrupción, pasando por sus dificultades económicas crónicas, su orografía montañosa, y su complejo pasado político, como colonia y dictadura.

A todo esto se ha de sumar la crisis financiera asiática de hace una década, que golpeó severamente a Indonesia y obligó al entonces régimen del general Suharto a desviar gran parte del presupuesto de infraestructuras a otras necesidades más apremiantes.

En la actualidad, el respaldo económico a la construcción y mantenimiento de infraestructuras es mucho mayor y se están desarrollando programas para construir nuevas centrales eléctricas y nucleares, así como para generalizar el acceso al agua corriente.

No obstante, este apoyo presupuestario está limitado por la "ortodoxia financiera" que practica el Ejecutivo indonesio, que a juicio de Santiago Elorza no quiere recaer en fuertes déficit públicos o en un endeudamiento exterior excesivo".

Por eso, la mayoría de nuevos proyectos recurren a una combinación de fondos públicos de Indonesia y de donantes extranjeros, tanto bilaterales como multilaterales. EFECOM

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