La agencia de calificación crediticia Fitch ha rebajado el rating de Francia, que pasa a ser 'AA+', un escalón por debajo de la máxima calificación de solvencia ('AAA'), debido al elevado nivel de endeudamiento y las débiles proyecciones de crecimiento, aunque asigna a la calificación de la deuda gala una perspectiva 'estable'.