
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha advertido hoy de que existe "un riesgo real de polarización en Europa" entre el Norte y el Sur, el centro y la periferia, y ha alertado del peligro que pueden generar los crecientes prejuicios y estereotipos nacionales.
En el discurso de apertura de unas jornadas sobre el futuro de la UE celebradas en Varsovia (Polonia), Barroso ha subrayado la necesidad de ratificar el valor de la solidaridad en un momento en el que Europa afronta su mayor "test de estrés" desde sus inicios tras la II Guerra Mundial.
En este contexto ha abogado por una mayor integración, ha rechazado la posibilidad de una Europa "mediocre y a la defensiva" en un mundo globalizado y ha instado al continente a avanzar "con orgullo, aunque sin arrogancia".
Tras reunirse con el primer ministro polaco, Donald Tusk, Barroso ha destacado los logros del último Consejo Europeo y en concreto la aprobación del marco financiero plurianual.
"Europa necesita más inversión al mismo tiempo que corrige los problemas de sus finanzas públicas y pone en marcha reformas estructurales para ganar competitividad", ha manifestado.
El presidente de la CE ha defendido también el proyecto del ejecutivo comunitario para crear una autoridad y un fondo únicos para liquidar los bancos en dificultades, aunque se ha mostrado dispuesto a estudiar propuestas de países como Polonia, preocupados por la relación entre los países de origen de los bancos y los que alojan las filiales.
Sobre la política energética, Barroso ha reconocido que los inversores "necesitan certidumbre" y ha avanzado que las propuestas que prepara la CE para final de año tratan de proteger el medio ambiente y la salud de los ciudadanos y garantizar al mismo tiempo la competitividad europea.