Los sindicatos griegos convocaron el miércoles una huelga general de 24 horas el 16 de julio para protestar contra los despidos previstos en el sector público exigidos por los prestamistas internacionales a cambio de más fondos.
Los mayores sindicatos del sector privado y del público, GSEE y ADEDY, que representan a unos 2,5 millones de trabajadores entre los dos, han llevado a cabo varias huelgas desde que estalló la crisis de la deuda a finales de 2009.
"El Gobierno y los prestamistas necesitan darse cuenta finalmente de que somos personas, no somos números", dijo GSEE en un comunicado.