Economía

Bajar tributos directos es la vía más segura para subir la recaudación

Cristóbal Montoro

El Gobierno debe proceder a una rápida bajada de la imposición directa como la única vía disponible para impulsar la recuperación y aumentar los ingresos fiscales. Esa es la receta de la mayoría de expertos y en ese sentido se pronuncian las voces de economistas e institutos de análisis.

El último informe de Freemarket incide en esta línea y asegura que esa devaluación fiscal constituye un elemento para fortalecer la ganancia de competitividad de la economía nacional experimentada en los últimos dos años.

"La tesis según la cual no existe margen para bajar la fiscalidad de los hogares y de las empresas es falsa, como lo demuestran los decepcionantes resultados cosechados por las subidas de impuestos adoptadas por Hacienda", refuta Lorenzo Bernaldo de Quirós.

Pese a que las subidas de la imposición directa decididas por Hacienda han situado los tipos del IRPF y de Sociedades entre los más altos de Europa, y el IVA se ha incrementado en 5 puntos en los últimos cinco años, la realidad es que la recaudación en porcentaje del PIB no ha crecido.

La clase media, estrujada

Otro punto clave para evaluar el impacto de los aumentos de impuestos es ver, por ejemplo, cómo la mayor subida del IRPF ha recaído sobre la clase media. Quienes obtienen rentas por encima de los 168.00 euros no tienen como origen principal de sus ingresos los rendimientos del trabajo. De ese modo, según el informe de Freemarket, la reforma penaliza las rentas de quienes obtienen su principal remuneración a través de una nómina.

En este tramo se encuentran los trabajadores con mayor cualificación profesional y productividad, que son "los grandes perjudicados por los cambios introducidos en el IRPF, y con un elemento añadido: si en Renta se grava cada vez más a los individuos más productivos, éstos comenzarán a actuar como aquellos con niveles de productividad más bajos", según Lorenzo Bernaldo de Quirós.

Fraude

En ningún país de la OCDE se ha producido una elevación de la fiscalidad tan agresiva como la introducida en España para recortar el déficit público y, en consecuencia, "en ninguno ha caído y/o se ha estabilizado la relación presión fiscal/PIB como ha ocurrido aquí", señala el citado informe. Pero es que, además, hay un efecto sobrevenido, y que apunta a que, cuanto más altos son los impuestos, mayor es la propensión de los individuos y de las empresas a defraudar, lo que se agudiza en un escenario recesivo. Por ello, la reducción de los impuestos disminuye los incentivos de las personas físicas y jurídicas a evadir y puede elevar los ingresos.

Según Freemarket, aproximadamente la mitad del fraude y de la economía sumergida existente en España es directamente imputable a impuestos, esto es, se explica por la carga soportada por los individuos y las empresas.

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