Economía

Niño Becerra: "Para España, fuera del euro está la nada, una existencia hoy inimaginable"

  • El experto explica que "la nueva peseta estaría depreciada más de un 40%"
Santiago Niño Becerra. Foto: Archivo.

El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, responde en esta ocasión a una pregunta de uno de sus lectores: Por qué seguir en el euro si países como Grecia o Portugal han perdido ya más de un tercio de su renta disponible y van camino de perder toda una década.

El experto ofrece una respuesta clara: "Porque la unión, la coordinación, la cooperación es el futuro. Porque la fase de 'cada uno a la suya' ya ha pasado debido a que los recursos son limitados y es imprescindible la eficiencia. El euro, pienso, no es un fin en sí mismo, sino una etapa intermedia para llegar a una unidad de cuenta mundial: la primera unión monetaria moderna fue el área dólar: tras la Guerra Civil USA".

Bien es cierto que hay ciertos países de la Eurozona que han sufrido pérdidas de renta y retrocesos en el bienestar, pero el experto explica que mucho de lo que se hizo durante aquellos años fue ficticio ya que se permitió que gran parte de la población "se endeudara infinitamente más de su capacidad para generar valor". 

"A eso añada el desperdicio de recursos tan alucinante que en estos años pasados se ha llevado a cabo. Lo que viene es muy fuerte: en realidad, lo que en Grecia está sucediendo es el retorno de su economía a un lugar más próximo al que le corresponde: repase lo que era la economía griega en los 70 y 80. Eso, lo de Grecia, es extrapolable a todas partes, España incluida, claro" ha aclarado el economista en un artículo de opinión de La Carta de la Bolsa.

Y el caso de España es todavía más claro. Niño Becerra considera que para nuestro país, "fuera del euro está la nada, una existencia hoy inimaginable: la nueva peseta estaría depreciada más de un 40% respecto al cambio actual, pero las deudas de España, la pública y la privada, estarían en euros y en dólares; y las commodities y los consumibles y equipos que España necesitase habría que pagarlos en dólares y en euros (y en francos suizos, y en coronas noruegas, y ...) ¿Se imagina un retroceso -real- de más del 40%?. Porque claro, España no es Noruega, ni siquiera Dinamarca".

Ante esta reflexión, el experto reitera que el problema de España no es ni el euro ni el BCE ni Alemania, sino la baja productividad y su modelo económico. "Y su Historia, claro: cuando el Norte del Báltico era un emporio comercial, aquí estaban matando sarracenos y no aprendiendo nada ni de su filosofía ni de su técnica, y suma y sigue. Y cosas como esas se notan" sentencia el Catedrático.

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