Economía

Reducción de jornada con 300 euros, la propuesta de las multinacionales en Grecia

  • Las empresas piden bajar el salario mínimo juvenil de 486 euros

Jornadas de tiempo parcial y salarios mensuales de 250 hasta 300 euros para los jóvenes de entre 15 y 24 años: es la propuesta, o mejor dicho la demanda por parte de once de las empresas multinacionales que operan en Grecia, que se expresó en la reunión reciente de sus representantes con la cúpula del Ministerio de Desarrollo. El objetivo no cambia, es la mejora de competitividad de los productos helenos en los mercados internacionales.

Es un tema que aunque siempre se encuentre en el epicentro del debate, vuelve a aparecer cada vez de forma contundente. Las grandes multinacionales que mantienen intereses en Grecia están buscando maneras de exprimir costos para poder ser competitivas frente a sus rivales, que mantienen instalaciones de producción en Europa del Este o Asia.

El punto clave para conseguir este objetivo es el salario mínimo y su reducción a niveles más bajos de los 486 euros actuales. Es cierto que el Gobierno heleno ha declarado oficialmente que otro tijeretazo al salario mínimo está fuera del horizonte, pero al mismo tiempo la comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca en la UE, Maria Damanaki, volvió a sostener que "la directiva de la Comisión Europea desde hace un par de años es que hay que reducir el salario mínimo en todos los países europeos, si queremos mejorar la competividad de las empresas".

Búsqueda de soluciones

Dentro de este clima, los representantes de once multinacionales que operan en Grecia y que recientemente han anunciado la expansión de sus actividades se reunieron hace poco con la dirección del Ministerio heleno de Desarrollo, un encuentro que fue iniciativa del propio ministro, Kostís Jatsidakis. En su mayoría, se trata de empresas activas en áreas como la producción de tabaco, de materiales de construcción, de productos de pasta, bebidas, de higiene personal y del hogar así como de productos lácteos.

El motor de estas empresas fue la perspectiva de "poder ampliar aún mas nuestras actividades siempre y cuando Grecia sea un lugar más favorable para las inversiones". La disminución de la burocracia, la reducción de los costes de energía y la simplificación de los procedimientos para las actividades productivas son tres puntos de referencia de las peticiones de las firmas. No obstante, sus gerentes plantearon dos peticiones más, sobre temas de los que el Ejecutivo griego ha reiterado que no se tocan.

El primero es la reducción del plazo de preaviso, es decir, del tiempo de advertencia de despedido a un empleado, con el objetivo de reducir la compensación prevista. El segundo tema, el más polémico y controvertido, es sin duda la caída del salario mínimo para los empleados jóvenes. La "oferta" en la que coincidieron ocho de las once multinacionales es "salarios de 250 a 300 euros por labor de unas pocas horas, en jornada semanal de 3 o 4 días".

Los argumentos que apoyan a esta propuesta enfocan en los actuales índices de paro en Grecia. Según los partidarios de la propuesta, en un país donde la tasa de desempleo entre los jóvenes de hasta 24 años asciende a un 60 por ciento, no tiene mucho sentido pegarse a un compromiso de mantener el salario mínimo en niveles de 500 euros mensuales. "Dadnos la oportunidad de contratar a jóvenes con salarios más bajos, para trabajar menos horas y menos días a la semana, y así ofrecerles un cierto nivel de experiencia en su tarea profesional -que es lo que importa a su edad- y un dinero que efectivamente les hace falta".

Por otro lado, algunos de los contraargumentos subrayan que lo que puede pasar es que las empresas que contraten a gente joven bajo estas condiciones no tendrán necesidad de contratar a más gente con horario completo y salario regular. En realidad, los analistas que se oponen sostienen que no se trata de puros datos de desempleo, sino de una crisis humanitaria. Los jóvenes de hasta 24 años y el índice de paro es un problema, al mismo tiempo que lo es el mismo índice en las edades más productivas que además cuentan con compromisos inflexibles.

Por su parte, el ministro de Desarrollo se abstuvo de hacer un compromiso frente a este tema. Jatsidakis consideró que es imposible comprimir más los salarios.

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