Aunque tradicionalmente a los funcionarios de la Reserva Federal de EEUU se les divide normalmente entre halcones, aquellos que optan por subir tipos y mantener la política monetaria a raya y palomas, los funcionarios más permisivos, actualmente dos nuevos géneros se suman a la fauna del banco central de EEUU, según Bank of America Merrill Lynch.
Como la clasificación histórica de la Fed puede confundir entre los participantes del mercado, BofA identifica dos nuevas categorías entre los miembros actuales de la Reserva Federal: los "búhos" y las "gaviotas".
Los "búhos": (participantes del FOMC con antecedentes de línea dura o conexiones que actualmente suenan optimistas).Tres presidentes de las Reservas Federales del Medio Oeste adoptan actualmente una línea menos agresiva que sus homólogos en Dallas o Kansas City, a pesar de su formación agresiva en lo que política monetaria se refiere: Charles Evans de la Fed de Chicago, Narayana Kocherlakota de la Fed de Minneapolis, y James Bullard de la Fed de St. Louis. Tanto Evans como Bullard son votantes de este año dentro del Comité de Mercados Abiertos de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) mientras que Kocherlakota será miembro con derecho a voto en 2014.
BofA considera a los "búhos" como funcionarios que han virado su raciocinio a argumentos basados en un modelo que les ha hecho tomar posiciones políticas más pacifistas recientemente. Los tres han dado su apoyo a la tercera remesa de compras de bonos y activos, por ejemplo, y Evans y Kocherlakota han promovido con entusiasmo el uso de umbrales económicos para orientar la retirad a las medidas excepcionales adoptadas por la Fed.
Los 'gaviotas': (participantes pacifistas que actualmente adoptan una línea más dura entre los funcionarios de la Fed).
Considerando que la mayoría de búhos son participantes del FOMC, las 'gaviotas' son palomas de agua salada que han volado lejos de la costa y están empezando a adoptar una línea mucho más dura.
Si bien algunos podrían situar los últimos comentarios de Evans en esta categoría, BofA considera actualmente que sólo existe un claro miembro principal en este grupo: el presidente de la Fed de San Francisco John Williams.
Ben Bernanke, el guardián del banco central de Estados Unidos compareció el miércoles ante ante el Comité Económico Conjunto del Congreso, donde el funcionario aclaró que dado el actual contexto económico, donde el desempleo sigue siendo elevado, los riesgos de inflación son mínimos y la austeridad fiscal proporciona una resistencia "sustancial" a la recuperación, la política monetaria acomodaticia liderada por la Fed está haciendo "más bien que mal" a la primera economía del mundo.
Bernanke advirtió que la retirada de estímulos antes de tiempo podría retrasar la recuperación económica. En este sentido, señaló que el crecimiento a este lado del Atlántico ha continuado "a un ritmo moderado en lo que va de año", sin embargo el mercado laboral todavía tiene un largo camino por recorrer antes de suturar las heridas dejadas por la crisis. Aún así, el presidente de la Reserva Federal, cuyo mandato expira el año que viene, dijo que el banco central podría tomar medidas para reducir su programa de compra de bonos y activos por valor de 85.000 millones de dólares mensuales durante sus "próximas reuniones".
División en la jungla del banco central de EEUU
Dicho esto, en las actas de la última reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) un "número de participantes", expresó su voluntad de comenzar a reducir el programa de compra de bonos y activos en junio coincidiendo con su próximo encuentro . Una vez más, los miembros del FOMC discreparon sobre cuánto debe mejorar la economía antes de comenzar la retirada.
Williams, el presidente de la Fed de San Francisco, sugirió la semana pasada que el banco central podría comenzar a pisar el freno en su flexibilización tan pronto como este verano, sentimiento del que se hicieron eco el presidente de la Fed de Filadelfia, Charles Plosser y el director regional de la Fed de Chicago, Charles Evans.
Como viene siendo costumbre, dicha hoja de ruta dependerá de la mejora de los datos y Bernanke se encargó de aclarar a los inversores que una reducción en la compra de activos, conocida como Quantitative Easing, no significará que la Fed emprenderá una salida definitiva a las medidas excepcionales aplicadas desde hace más de cuatro años, que además de tres rondas de flexibilización cuantitativa también incluyen que los tipos de interés se mantengan en la cota del 0 y el 0,25 por ciento. De hecho, como ya se advirtió en el comunicado de la pasada reunión del 30 de abril y el 1 de mayo, las compras podría incrementarse de nuevo si el contexto económico lo justificase.