Economía

Los aviones privados 'desaparecen' de España tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria

  • Magnates como El Pocero se deshacen de sus jets con fuertes descuentos
Francisco Hernando, El Pocero, en una foto de archivo.

Tener un avión privado fue todo un símbolo de la riqueza efímera que llegó a España con el boom inmobiliario. Del mismo modo, tras el pinchazo de la burbuja, este mercado ha sufrido en consecuencia, y ahora los constructores se ven obligados a deshacerse de sus jets en lugares como Rusia con descuentos de hasta el 50%.

Tal y como recoge la agencia Bloomberg, los magnates surgidos de la bonanza inmobiliaria de comienzos de siglo se enamoraron de los aviones privados, lo que hizo que el número de estos más que se duplicara entre 2004 y 2009, alcanzando las 137 máquinas, un crecimiento sin precedentes en otros países.

España, el peor entre los grandes

Sin embargo ahora, cuatro años después, solo hay 115 aviones en servicio, mientras que en el resto de Europa (excepto en los países más débiles) este mercado sigue aumentando, según los datos de Flightglobal.

Rafael Melero, directivo de Gestair, el mayor operador de jets privados de España, asegura que "la industria ha sufrido las consecuencias de un crecimiento ligado a la burbuja inmobiliaria". Melero añade a Bloomberg mientras pasea por la nueva terminal para aviones privados de Madrid que "ese crecimiento nunca volverá".

La caída del mercado de España no es la única, aunque con un 16% es la mayor entre los principales mercados europeos. El dato contrasta con la subida del 9% en Alemania desde 2009 o con Turquía, donde ha crecido un 47%. En Italia ha descendido un 4%, en Portugal un 8% y en Grecia se han reducido un tercio, aunque se trata de un mercado mucho menor.

Gestair añade que la mayoría de los aviones utilizados por los señores del ladrillo han tenido que ser vendidos en mercados como Rusia con fuertes descuentos de hasta un 50%. Y el proceso no ha acabado, ya que podría haber a la venta hasta otros 10 aviones más, algo que de concretarse supondría que se han reducido un 27% el número de aviones privados con la crisis.

El Pocero, un caso emblemático

El constructor Francisco Hernando, El Pocero, es uno de los casos más claros de lo sucedido en España. Hernando compró hasta cuatro aviones privados con el objetivo también de crear un negocio de vuelos charter con ellos.

En ellos se gastó casi 100 millones de dólares, pero desde que estalló la crisis ha tenido que venderlos con un descuentos de aproximadamente un 25% sobre el precio pagado por él, según las estimaciones de Javier Barriga, general manager de Aviacion & Negocio, una consultora de Málaga.

En 2010, Román Sanahuja, uno de los socios de la ahora quebrada Metrovacesa y que llegó a ser la tercera fortuna de España, tuvo que vender sus dos aviones privados para afrontar las deudas.

De hecho, hasta seis pequeñas operadoras de aviones privados, incluida la empresa de El Pocero, han cerrado desde 2008 y muchos de los aviones privados que quedan no están siendo usados, según los datos de Gestair. Es más, los aviones almacenados en España alcanzaron el año pasado sus máximos desde 2004.

"La crisis forzó a muchas compañías e individuos a dar un paso atrás y pensar si realmente necesitaban un jet privado", concluyó Pablo Foncilas, del IESE. "Aquellos que eran solo usuarios esporádicos se han ido".

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