
El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, ha dejado hoy a un lado sus habituales análisis sobre el estado de la economía española y la crisis económica y ha lanzado una pregunta al aire: ¿por qué a todos los cambios que se están llevando a cabo en el modo de hacer las cosas les denomina reformas?
Para el experto, esos cambios, esos nuevos procedimientos que se están aplicando en la economía, no son reformas. "Reformar es quitar la pared de una casa para juntar dos habitaciones, cambiar la cocina y el cuarto de baño, y poner parquet en el hall", destaca Niño Becerra.
"Pero lo que se está haciendo no es eso, lo que se está acometiendo es un cambio de casa pero sin movernos del sitio, de modo que tras el cambio la casa será otra casa, otra casa totalmente distinta" confirma el economista en su artículo de hoy de La Carta de la Bolsa.
Según indica Niño Becerra, todo esto a lo que se le está llamando reformas, "es parte de la transición que nos llevará desde el modelo que ha sido el nuestro desde el final de la II GM al nuevo que tras la crisis -sistémica- en la que nos hallamos inmersos, entrará en funcionamiento". "Lo que califica de 'reformas' son fragmentos de la estructura del nuevo modelo; piezas que irán siendo ensambladas hasta construir un nuevo ingenio" agrega.
¿Qué a lo que apuntan esos fragmentos, esas piezas, no parece agradable? Se pregunta de nuevo el experto para responder a continuación que "no". Y es que, "esa es otra de las diferencias con la Depresión: entonces se iba a mejor porque se suponía abundancia; ahora no porque se conoce escasez" afirma.
"Entonces, si todos esos cambios y todos esos nuevos procedimientos no son reformas, ¿por qué los llamarán así?" sentencia el Catedrático.