
A su paso por los países de la periferia europea, las medidas de austeridad impuestas por Bruselas están dejando una huella inconfundible: el retroceso del poder adquisitivo de los ciudadanos hasta niveles dramáticos. Italia, de los últimos en subirse al carro de los ajustes severos, lo está comprobando. En los últimos dos años, millones de personas han caído en la pobreza, de acuerdo con los datos del estatuto estadístico oficial.
Así, los italianos que viven en hogares que se consideran en situación grave de pobreza ha ascendido hasta los 8,6 millones de personas, lo que equivale al 14% de la población del país transalpino.
Además, según revela el informe del Instituto Nacional de Estadística italiano (ISTAT) con datos de 2012 recogidos por Reuters, hasta 14,9 millones de personas, un cuarto de la población, pertenecen a hogares que cumplen tres o más supuestos considerados por ISTAT como indicadores de la pobreza. Esto incluye no poder usar la calefacción en sus hogares en función de sus necesidades o comer carne.
En concreto, uno de cada cinco italianos no pudo caldear su casa adecuadamente, más del doble de los que no pudieron hacerlo en 2010. Además, el porcentaje de ciudadanos que no pudieron permitirse una comida con carne o con proteínas cada dos días se elevó al 16,6% el pasado año, desde el 12,4% de 2011 y muy por encima del 6,7% registrado en 2010.
Adiós a los ahorros
Además, el informe del organismo estadístico señala que el paro elevado y la reducción de los ingresos está provocando que las familias italianas tengan que tirar de cada vez más de sus ahorros, en un país que tradicionalmente contaba con una de las tasas de ahorro más elevadas de Europa.
En cuanto el poder adquisitivo de los italianos, cayó un 4,8% el pasado año, una caída que el ISTAT valora como "excepcionalmente elevada", provocada en gran parte por las subidas de impuestos llevadas a cabo por Roma.
La economía italiana cerró el último trimestre de 2012 con una caída del PIB del producto interior bruto (PIB) del 2,2%, sumando el sexto trimestre consecutivo en contracción. Para este año, las previsiones no apuntan a una mejora y se espera que la recesión se mantenga durante el ejercicio 2013.