Eliminará las deducciones para grandes empresas y gravará con un 0,2% los depósitos bancarios.
Pués sí. Aunque el Gobierno lo había negado por activa y por pasiva, sí había subidas de impuestos en el Plan Nacional de Reformas que aprobó ayer el Consejo de Ministros. Una nueva vuelta de tuerca a la presión fiscal que afectará a los Impuestos Especiales y Sociedades, además de castigarnos con un nuevo impuesto medioambiental y otro sobre los depósitos bancarios, aunque el ministro Montoro se apresuró a aclarar que este último no lo pagarán los ahorradores, sino las entidades financieras en función de su volumen de pasivo.
Eso sí, hasta en cinco ocasiones repitieron la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda que el Gobierno no va a subir el IVA y el IRPF. Pero tampoco va a cumplir su promesa de bajar la tributación sobre la renta el año próximo, ya que Cristóbal Montoro se encargó de matizar que "suprimiremos el gravamen especial del IRPF en 2015, antes no es factible", al tiempo que desligó la decisión de la convocatoria de elecciones generales, asegurando que únicamente "tiene que ver con un cambio en las bases económicas".
Además, en el caso del IVA, y a pesar de las tajantes y reiteradas afirmaciones de la vicepresidenta y el ministro, en la referencia que el Gobierno hace de la reunión del Gabinete se precisa que " en el IVA sólo se aplicarán modificaciones por obligación legal, que afectarán a determinados productos sanitarios y servicios realizados por los notarios, modificaciones procedentes de la legislación comunitaria y de las sentencias el Tribunal de Justicia de la Unión Europea".
Respecto a las subidas avanzadas, la supresión de las deducciones en el Impuesto de Sociedades, que delantó elEconomísta el pasado 16 de abril, afectará a las grandes empresas con un facturación superior a 20 millones de euros.
En la actualidad, la recaudación por Sociedades no llega al 10 por ciento de la totalidad de los ingresos tributarios y la intención de Hacienda es suprimir las deducciones sobre gastos financieros, de refinanciación de deuda, las relativas a la compra de empresas en pérdidas o por inversiones en el exterior.
Se trata, en palabras de responsables del Ejecutivo, de ajustes para favorecer el ensanchamiento de las bases imponibles y la tributación efectiva de este impuesto, y a no incentivar el apalancamiento financiero de las empresas.
En el caso de los Impuestos Especiales, Montoro descartó una subida del impuesto sobre hidrocarburos, "porque su precio es ya demasiado alto", ni tampoco de los que puedan ser perjudiciales para la hostelería. Y, aunque eludió precisar cuáles serán los que se eleven, al margen de hidrocarburos sólo quedan los que gravan el tabaco, el alcohol y la electricidad.
A este respecto,entre los técnicos de Hacienda se da por sentado que, por sus efectos recaudatorios, las subidas se centrarán en el tabaco y el alcohol, aunque en el caso de este último la discusión está en si se incluye, o no, a la cerveza. En cualquier caso, "las eventuales subidas no serán especialmente perjudiciales para el consumo", precisó Montoro.
En el caso del nuevo impuesto medioambiental, y pese a que ni el ministro ni la vicepesidenta aclararon cómo y en qué forma se concreta, desde el Ministerio de Hacienda se asegura que se aplicará en el Impuesto de Circulación que cobran los ayuntamientos.
Por lo que respecta al nuevo impuesto a la banca para gravar los depósitos, el "gravamen reducido" que apuntó el ministro, se traduce en un tipo del 0,02 por ciento para recaudar en torno a 300 millones de euros. Y el Ejecutivo explica que generará una recaudación muy moderada para compensar a las Comunidades Autónomas (Extremadura, Andalucía y Canarias) que tenían impuesto propio.
Ayudas a los emprendedores
Además de las citadas subidas de impuestos, el Programa Nacional de Reformas incluye también el paquete de incentivos fiscales para los autónomos y pymes que se aprobarán próximamente, dentro de la tantas veces anunciada y aplazada Ley de Apoyo al Emprendedor y su internacionalización. Una nueva normativa que, de creer el programa del Ejecutivo, se aprobará antes de finalizar el mes de junio.
En este punto, el Gobierno expone que la política tributaria incluirá un nuevo apartado de medidas de estímulo para la vuelta al crecimiento económico, que "ncidirá especialmente en bajada de impuestos selectivos de apoyo al emprendedor y los autónomos".
En este sentido, se fijará una nueva deducción del 20 por 100 en la cuota estatal del IRPF de la aportación que realice un particular a una empresa de nueva o reciente creación, con un límite de 20.000 euros. Este inversor particular o business angel, en la terminología angolosajona, tendrá derecho a una exención del 100 por 100 por las ganancias obtenidas al vender su participación si, a su vez, reinvierte lo ganado en otra empresa de reciente creación.
Por otro lado, Hacienda fijará una deducción de hasta el 10 por 100 de los beneficios empresariales que se reinviertan, en el caso de empresas con un volumen de negocio inferior a diez millones de euros. De igual forma, y como medida de estímulo al crecimiento, se permitirá recuperar deducciones por I+D que no hayan podido aplicarse en ejercicios anteriores mediante un novedoso sistema de devolución.
Además, está prevista la aplicación del llamado IVA de caja para pymes y autónomos. Se trata de un régimen especial nuevo y optativo, que permitirá evitar ingresar el IVA hasta que se cobre la factura. Se aplicará a partir del 1 de enero de 2014 para pymes y autónomos con un volumen de negocio inferior a dos millones de euros. Este instrumento permitirá dotar de liquidez a un colectivo muy necesitado, en tiempos de restricción crediticia.
Todas estas medidas se acompañarán de la puesta en marcha de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal para que pueda empezar a funcionar ya en 2014; la aprobación en el último trimestre de este año de la Ley de Transparencia; y un Plan de Erradicación de la Morosidad del Sector Público para integrar en el principio de sostenibilidad financiera el contro de la deuda comercial.