Portugal se mostró hoy aliviado por el respaldo, aunque tibio, de los ministros europeos de Finanzas a la ampliación en siete años de los plazos de devolución de su rescate, que facilitará la vuelta del país a los mercados financieros.
En Lisboa, el primer ministro Pedro Passos Coelho, se mostró satisfecho por la acogida de la petición lusa, y subrayó la voluntad de su Gobierno de cumplir los compromisos de saneamiento financiero contraídos con la UE.
Además se mostró comprensivo con el condicionamiento de ese apoyo a que Portugal saque adelante sus objetivos financieros, que pasan por reducir el déficit fiscal con nuevas medidas de austeridad tras las que anuló la semana pasada el Tribunal Constitucional luso.