Economía

Artur Mas encarga a un grupo de expertos el diseño del Estado catalán

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, presidió ayer la primera reunión del Consejo Asesor para la Transición Nacional, cuyo cometido consiste en asesorar al Govern en el proceso que deberá desembocar en la convocatoria de una consulta soberanista.

Es decir, con la presencia solemne de Mas, la reunión de ayer sirvió para dar el pistoletazo de salida al trabajo del grupo de expertos que debería diseñar los cimientos del Estado catalán.

La constitución de este organismo, que se incluía en el pacto de legislatura entre CiU y ERC, tiene como función analizar todas las alternativas jurídicas disponibles sobre el denominado "proceso de transición nacional", entre las que se contempla la creación de estructuras propias de un Estado, así como también la preparación de la consulta de autodeterminación.

A este grupo de expertos, Mas les ha encargado que, antes del verano, tengan definida la hoja de ruta hacia la consulta soberanista, que en principio está previsto celebrar en el año 2014.

El conseller de la Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, explicó en la rueda de prensa posterior a la cita que el órgano abordará todo tipo de cuestiones: defensa, energía, cómo sería una doble nacionalidad catalana y española, o cómo debería repartirse la deuda pública o el Fogasa entre un eventual Estado catalán y el resto de España.

Este organismo asesor incluye a académicos, expertos y empresarios y conviene recordar que su creación era un puntal del acuerdo de legislatura que permitió a Artur Mas ser investido -el pasado mes de diciembre- como presidente de la Generalitat con el apoyo de los republicanos.

Una de las tareas claves del Consejo será estudiar de qué recursos deberá disponer la administración catalana: fondos, reparto de contratos, activos y pasivos que se comparten con el Estado, además de definir qué papel tendrían en Cataluña labores como defensa, Seguridad Social o la lengua catalana.

No hay dinero para España

Por otra parte, también ayer, el órgano de promoción turística de la capital catalana, Turismo de Barcelona, decidió renunciar a llevar a cabo acciones de promoción en el resto de España. Según adelantó el director general de este organismo, Pere Duran, durante 2013 no "destinarán ni un euro" a llevar a cabo acciones para atraer turistas de otros puntos de la geografía española por la recesión y "porque ya sabemos cuál es el actual poder adquisitivo de los españoles. No vale la pena". Ante esta coyuntura, Turismo de Barcelona prefiere concentrarse en darse a conocer en mercados como el ruso o el norteamericano.

En 2012, el número de viajeros nacionales en la Ciudad Condal bajó un 6,8 por ciento e hizo que Barcelona recibiese a 1,6 millones de turistas españoles. El español no es el único mercado en recesión. El turismo italiano cayó en un 12,2 por ciento y el francés un 3,6 por ciento. Estos descensos se han visto compensados en parte por el crecimiento del turismo ruso y de la Europa del Este, que subieron un 32 por ciento. No obstante, la capital catalana sólo creció en número de viajeros un 0,7 por ciento en 2012, hasta 7,4 millones. Duran restó importancia a la caída de viajeros españoles. "Tenemos suerte. En mercados como París han caído un 28 por ciento", recalcó.

El presidente de Turismo de Barcelona, Joan Gaspart, se mostró más conciliador y atribuyó en exclusiva su retroceso a la situación económica del país. "Nuestras cifras hubiesen sido espectaculares con un mejor comportamiento del mercado español", dijo el empresario. Gaspart, que es dueño de la hotelera Husa, ha augurado que el número de turistas para este año se asemejará al de 2012 "o será incluso mejor", ya que ha señalado que en este mes de abril ya se está notando un aumento de las reservas.

Endeudados por Spanair

Turismo de Barcelona, participado por la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento, volvió ayer a defender su inversión en Spanair. Gaspart se mostró orgulloso de haber liderado una operación para impulsar una aerolínea "que permitiese convertir a El Prat en un hub", pese a que la aventura acabó en concurso.

Por su parte, Pere Duran dijo que la inversión ascendió a 15 millones de euros mediante un crédito pedido al ICF, "que se está devolviendo religiosamente".

Esta operación, según explicó, ha producido un "desequilibrio patrimonial", que les "preocupa relativamente" ya que no están obligados a presentar concurso de acreedores al tratarse de una corporación de derecho público. La deuda estará liquidada en un plazo de ocho a diez años, según las previsiones de Turismo de Barcelona.

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