
Las entidades griegas National Bank of Greece (NBG) y Eurobank han anunciado la suspensión de su proceso de fusión en curso, por lo que serán recapitalizadas individualmente y pasarán a ser controladas por Atenas.
"Las autoridades relevantes, con el consentimiento de los gestores de ambas entidades, han decidido que NBG y Eurobank se recapitalizarán de manera independiente. Como consecuencia, el proceso de fusión de los dos bancos queda suspendido", anunció Eurobank en un comunicado.
El pasado mes de septiembre, NBG adquirió el 84,3% de Eurobank mediante un intercambio de acciones con vistas a absorber esta entidad en el marco del plan de consolidación del sector, aunque la troika recelaba que la nueva entidad que resultaría de la operación.
Finalmente, las sospechas de los representantes del FMI, el BCE y Bruselas no eran infundadas. Según informan diversos medios, la decisión del gobierno griego se produce después de que las dos entidades fracasaran en sus planes de captar capital, lo que daba más crédito a los temores de la troika sobre la posibilidad de que se fuera a crear una entidad demasiado grande para ser rescatada por Atenas en caso de nuevos problemas.
La fusión de National Bank of Greece (NBG) y Eurobank, las dos mayores entidades financieras del país, hubiese resultado en un banco con unos activos (178.000 millones de euros) similares al PIB griego (previsto en 183.000 millones de euros para 2013).
"Esto significa que la decisión final sobre su fusión será tomada por el HFSF. Las acciones emprendidas hasta ahora serán suspendidas", explicó el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras.
El plan de recapitalización
El segundo rescate firmado por Grecia y la troika incluía un amplio plan de reestructuración bancaria, por el que el país heleno debe reducir el número de entidades.
Además, debido a las pérdidas experimentadas por la quita de deuda griega y por la crisis, los bancos deben ser recapitalizados, para lo que se reservaron 50.000 de los 130.000 millones de euros del rescate, que se unen a los 28.000 millones otorgados en 2008 por el Gobierno griego para garantizar su liquidez.
Según el plan, los bancos estaban obligados a llevar a cabo una ampliación de capital para tratar de captar al menos un 10% de accionistas privados, en cuyo caso el HFSF pondría el 90% restante de las necesidades de capital y sus acciones tendrían un derecho de voto restringido. De no llegarse al 10%, el HFSF asumiría el control efectivo de las entidades nacionalizadas con el compromiso de vender sus acciones en un plazo de cinco años.
Y esto es lo que ha sucedido con Eurobank y NBG. En una carta enviada al Banco de Grecia, las direcciones de ambas entidades han reconocido que no serán capaces de alcanzar ese 10%, por lo que el HFSF asumirá su control, deteniendo el avanzado proceso de fusión y recapitalizando ambas entidades por separado.