
Las bases imponibles, sin cambios normativos, caen el 4,2% y se situan a niveles del año 2008. Hacienda descarta más ajustes este año y sigue trabajando en la lista de grandes defraudadores.
Las bases imponibles, es decir la magnitud que Hacienda utiliza en cada impuesto para medir la capacidad económica de los contribuyentes, disminuyó un 3,2 por ciento en 2012, por quinto año consecutivo. Una caída que, sin embargo, está maquillada por el efecto de la subida de las bases imponibles en el Impuesto sobre Sociedades, y que de no haberse producido habría elevado la caída hasta el 4,2 por ciento, el peor registro desde 2008.
Un deterioro que se produce fundamentalmente por el hundimiento de las rentas del trabajo y los beneficios empresariales y que supone, en la práctica el agotamiento de la capacidad de Hacienda para incrementar los ingresos fiscales, a pesar de las subidas de impuestos.
Los datos del informe de recaudación de la Agencia Tributaria muestran como la caída del año pasado fue más moderada en las bases ligadas a las rentas, "pero exclusivamente por el incremento de la base del Impuesto sobre Sociedades afectada por las medidas normativas". Si se elimina el impacto de estas medidas "la base imponible del Impuesto de Sociedades disminuiría un 7 por ciento y el conjunto de bases vinculadas a las rentas un 4,6 por ciento".
En el análisis por figuras impositivas, la Agencia Tributaria destaca que las rentas brutas de los hogares cayeron un 4,3 por ciento en 2012, "y lo hicieron con especial intensidad en la última parte del año como consecuencia, principalmente, de la agudización de la pérdida de empleo en la segunda mitad de año y del fuerte impacto de la supresión de la paga extra de los empleados públicos".
En el Impuesto sobre Sociedades el descenso de los beneficios "está concentrado en los grandes grupos que tributan de forma consolidada, mientras que en el resto de empresas la situación ha mejorado respecto a 2011". El impuesto devengado, que aumentó significativamente durante el segundo semestre, alcanzó un crecimiento en el año cercano al 27 por ciento, gracias a los citados cambios normativos que ampliaron las bases imponibles de los pagos fraccionados. Sin las modificaciones normativas, la Agencia Tributaria reconoce que el Impuesto sobre Sociedades hubiese caído un 18,5 por ciento.
Descenso del consumo
El informe estima también que una caída del 4,6 por ciento en el gasto de consumo sujeto a IVA. El comportamiento de este impuesto estuvo condicionado, a lo largo del año, por la subida de tipos de septiembre "que ocasionó un adelantamiento transitorio de compras por parte de los consumidores, compensado en los meses siguientes con un descenso del gasto que se mezcló en el tiempo, con una caída de carácter más duradero, derivada de la debilidad de la renta de los hogares".
El incremento del tipo medio en el cuarto trimestre, el primer período completo con la subida de tipos, fue del 16,3 por ciento, lo que permitió un crecimiento del IVA devengado del 8,9 por ciento. Gracias a esta subida de los tipos el IVA registró en el conjunto del año un aumento de sólo el 0,4 por ciento.
En cuanto al consumo de productos sujetos a Impuestos Especiales, la Agencia Tributaria constata que "la tendencia general fue de descenso, particularmente intenso en los carburantes". Sin embargo, en términos monetarios, se produjo un aumento del 2,6 por ciento, debido al aumento de los precios en las gasolinas y gasóleos, tabaco y electricidad.
El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, reiteró que el Gobierno no contempla medidas de ajuste adicionales para 2013, aunque sí sigue trabajando para publicar la lista de grandes defraudadores y morosos. Tras acudir al primer Foro Español de Juego Responsable, Ferre recordó que hay una Ley de Presupuestos en vigor que se está aplicando y que incluye una previsión de ingresos que en principio no se va a modificar.
Sobre la lista de grandes defraudadores, que inicialmente se iba a publicar en el primer trimestre del año, puntualizó que el Gobierno sigue trabajando en el cambio legislativo que requiere. "Se trata de un tema especialmente delicado, porque afecta a derechos fundamentales de las personas que están recogidos en la Constitución", dijo el secretario de Estado.