El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha advertido de que las expectativas de una recuperación económica en la parte final del año están sujetas a incertidumbre y a riesgos a la baja.
Lo ha hecho en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, en la que se ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,75%, tal y como esperaba el mercado.
El banquero italiano ha reconocido que en la reunión "ha habido un debate extenso" sobre la posibilidad de una bajada de los tipos de interés. "Como resumen, puedo decir que el consenso final ha sido no hacer nada sobre los tipos de interés", ha añadido.
El presidente del BCE ha señalado que su política será acomodaticia el tiempo que sea necesario.
Draghi también ha lanzado un mensaje claro a los gobernantes al decir que el BCE no puede compensar la falta de acción de los países.
En cuanto a Chipre, el banquero ha indicado que el BCE presentó para el país una propuesta en la que no se planteaban ninguna quita a los depositarios, y que los planteamientos de la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se movieron en esa misma línea. "Después comenzó una negociación y el resultado fue lo que usted ha visto", ha indicado, para añadir después: "Fue una decisión que no fue inteligente y se corrigió inmediatamente".
También ha querido dejar claro que el rescate de Chipre no es un modelo para otros países. Ha aprovechado para afirmar que las palabras del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, fueron mal interpretadas. Este político holandés aseguró que las medidas tomadas en la isla serían un ejemplo a seguir en próximos rescate.