
Volver a empezar. España y Angola reeditan una nueva versión de este clásico del cine español al recuperar, más de veinte años después, el acuerdo de comercio y trueque, firmado por ambos países a principios de la década de los noventa y que se ejecutaba a través de la extinta Sirecox, empresa pública de intermediación comercial que el primer gobierno del Partido Popular fusionó con Focoex en 1997 para crear Expansión Exterior.
El encarecimiento de los precios del petróleo, la fuerte recuperación económica de Angola, que prácticamente ha duplicado su PIB en los últimos dos años hasta situarlo en 55.500 millones de dólares, y el pago total de la deuda que este país africano mantenía con España que llegó a superar los 313 millones de euros (la segunda morosidad más alta después de Cuba) han sido los factores decisivos para este nuevo entendimiento bilateral que pretende hacer de Angola el primer socio comercial de España en el África subsahariana.
La reanudación de las relaciones económicas entre ambos países se formalizó a través de un Memorando de Entendimiento, suscrito el pasado 21 de noviembre. Documento que daba paso a la formulación de un programa de cooperación que se ha concretado ahora mediante la aprobación de una línea de financiación por la que el Gobierno español concede a la República de Angola 200 millones de euros en créditos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) para proyectos "de interés común".
Inversiones y doble imposición
Además de la línea FAD, el Gobierno español ha decidido dotar con otros 200 millones de euros la línea de CESCE para la cobertura del riesgo de las exportaciones españolas hacia Angola y que Mariano Muela estima "va a potenciar las relaciones comerciales bilaterales, especialmente en el sector de los bienes de equipo".
Al margen de los instrumentos financieros los Gobiernos de Madrid y Luanda están acelerando los trámites para la ratificación del Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI), negociado ya entre ambos países, y van a iniciar conversaciones para firmar un convenio para evitar la doble imposición. Dos instrumentos clave para impulsar las inversiones españolas en el país subsahariano, que hasta el momento son muy reducidas.
Una escasa presencia inversora que contrasta con el dinamismo que han experimentado en los últimos dos años las relaciones comerciales entre los dos países. España es el séptimo cliente mundial de Angola y el décimo suministrador.
En el año 2007 las exportaciones españolas han alcanzado un valor de 177,8 millones de euros, frente a unas importaciones por 480,7 millones. Un desequilibrio en la balanza comercial que responde exclusivamente a las compras de petróleo pero que empieza a compensarse con bienes de consumo.