
Los economistas de JP Morgan han rebajado sus previsiones de crecimiento para España, que sufrirá una contracción mayor de lo prevista este año, con un crecimiento negativo del 1,7 por ciento.
En lo que se refiere a 2014, las cosas no parecen mejorar demasiado. Aunque saldremos de las fauces de la recesión, el PIB sólo sumará un 0,5 por ciento, una cifra muy tímida que poco hará por solucionar la lacra del desempleo.
Desde el banco estadounidense justifican esta decisión mencionando la combinación de una productividad manufacturera más débil de lo previsto, un aumento de los impagos sobre los préstamos bancarios, y las incertidumbres creadas por la situación en Chipre. De hecho este cúmulo de circunstancias provocarán que la recesión en la zona euro dure más de tiempo y que la recuperación será más lenta.
Precisamente, el pasado fin de semana conocíamos como el Fondo Monetario Internacional tiene previsto mantener una contracción del 1,5 por ciento para nuestro país en 2013, como parte de sus Perspectivas de Crecimiento Mundial que se presentan a mediados de Abril en Washington.
Al mismo tiempo, la agencia estadounidense Bloomberg señaló en un artículo, citando a un analista de BNP Paribas que "el aumento de la deuda pública está causando una carga en el interés y eso afecta a los ingresos fiscales". Es por ello que se reconoció que "España necesita hacer más en términos de ajuste estructural, no sólo este año, sino también en el 2014 y esto implicará un importante lastre para el crecimiento".