El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha admitido este lunes que la reestructuración del sector financiero en Chipre que la UE exige a cambio del rescate provocará un "shock económico" y ha pedido al resto de Estados miembros que inviertan en la isla para facilitar la recuperación.
Barroso ha asegurado no obstante que, sin un acuerdo sobre el rescate, "Chipre se hubiera enfrentado probablemente esta semana a una suspensión de pagos desordenada". "Estuvimos muy cerca de una bancarrota", ha confesado.
"Los retos para Chipre son inmensos, pero Chipre puede contar con la UE para apoyarle", ha dicho el presidente de la Comisión en una breve comparecencia ante la prensa. "Queremos aliviar las consecuencias sociales del shock económico", ha resaltado.