Economía

Niño Becerra y por qué España no será la nueva Alemania

Niño Becerra

Con distinta estructura de PIB y modelo productivo, una deuda total impagable, un entramado "regional insostenible" y una economía global que en nada ayuda, comparar la España actual con la Alemania de 2003 -y pensar en una evolución futura comparable- a Niño Becerra le suena a quimera.

Ya puede Morgan Stanley afirmar cuantas veces quiera que España se convertirá en la nueva Alemania de Europa que Niño Becerra no se lo cree.

Los analistas de la entidad financiera estadounidense apoyan tal sentencia en el convencimiento de que las exportaciones ejercerán de motor de crecimiento, una vez que el país recupera competitividad a pasos agigantados -según constata Eurostat- vía devaluación interna.

Sin embargo, el catedrático de la Universidad Ramon Llull de Barcelona asegura, desde su cuenta de twitter, que la España actual nada tiene que ver con aquella Alemania de 2003 que emprendió un camino de ajustes y reformas que la condujo a ser la Alemania poderosa que es en la actualidad.

"Pienso que España está igual de cerca de Alemania que Chanel de un mercadillo de barrio", asegura el polémico economista. "La estructura de PIB es completamente distinta: alto y medio valor Alemania, medio y bajo valor España. El modelo productivo no se parece en nada: intensivo en factor capital en Alemania, intensivo en factor trabajo en España. Hoy España tiene una deuda total impagable, lo que no le pasaba a Alemania en el 2003. En el 2003 el mundo empezaba a ir más que bien, el euro acababa de nacer y se dijo y creyó que el riesgo de las deudas de España, Alemania, Grecia y Holanda era el mismo, lo que no sucede hoy. Las diferencias regionales en Alemania en el 2003 eran asumibles, mientras que hoy en España muchas regiones no pueden sostenerse a sí mismas ni las demás pueden sostenerlas".

"Ahora toca decir que las cosas no están tan mal como parecía, que en EEUU y en China la recuperación ha empezado y que España está hoy como Alemania en el 2003. Se puede creer lo que se quiera o lo que convenga, pero lo único cierto es que lo que nos hacía crecer a todos, el endeudamiento creciente, se ha agotado y, encima, se debe una suma que no se puede pagar".

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