
Tras los máximos registrados en 2007, el Dow Jones volvía hoy a marcar un nuevo cierre histórico al sumar otros 42 puntos y tocar ya los 14.296 puntos. Mientras tanto el S&P 500 se encuentra a un 1,5% de hacer historia. Desde los mínimos registrados en 2009, pocos eran las voces que esperaban que la renta variable de EEUU iba a recuperarse de esta forma volviendo a sortear niveles nunca vistos anteriormente.
De hecho, si muchos hubieran hecho caso a las palabras de algunos de los gurús del sector financiero y económico, se hubieran perdido el rally alcista de los últimos año.
En marzo de 2009, el economista Nouriel Roubini aventuraba que la renta variable de EEUU tocaría nuevos mínimos durante los 18 meses consecutivos a sus palabras, algo que, por supuesto, no fue así.
"Durante la última recesión, la economía tocó fondo en noviembre de 2001 y el crecimiento del PIB fue robusto en 2002, pero los mercados bursátiles de Estados Unidos siguieron cayendo hasta finales del primer trimestre de 2003". "Por lo tanto, lo más probable, podemos prepararnos para nuevas bajas en EEUU y las acciones globales en los próximos 12 a 18 meses", añadió.
Joseph Stiglitz declaró en octubre de ese mismo año que existía un "gran cantidad de riesgo por delante con grandes baches grandes". Además, aseguró que "los mercados han sido irracionalmente exuberantes". El día de sus declaraciones el Dow rondaba los 9.731 puntos, hoy cerraba en los 14.296.
Unos días más tarde, Bill Gross, el co-fundador de Pimco, dijo que dada la laxa política monetaria de la Fed los inversores sólo iban a poder beneficiarse de un retorno del 4% -5% en los activos de riesgo. Algo que desataría la "rabia" de los inversores.
El inversor, George Soros, también estuvo equivocado. En junio de 2010, cuando el Dow rondaba los 9.932 puntos, Soros aseguró que entrábamos "en el segundo acto" y que "el colapso del sistema financiero" era "real" por lo que la crisis estaba lejos de terminar.
Además, llegó a predecir una doble recesión para la economía mundial ante el desapalancamiento de muchos gobiernos occidentales, algo que ha ocurrido en Europa, pero que no ha dañado todavía a la renta variable norteamericana. Eso sí, muchos aseguran que la euforia actual en Wall Street acabará en tragedia. De momento, tendremos que esperar.