La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo hoy que con una inflación contenida, tasas de desempleo bajas y señales de recuperación en la industria no se puede decir que su país no tiene las finanzas "bajo control", un día después de conocerse que el PIB de Brasil creció un 0,9 por ciento en 2012.
"Los índices de desempleo son bajos. La inflación bajo control. Ahora en este inicio de 2013 la industria empieza a dar claras señales de mejora", dijo Rousseff, quien añadió: "Nadie puede decir que Brasil no tiene sus finanzas bajo control".
La mandataria se hizo eco de las voces críticas que han surgido en las filas de la oposición, que ha relacionado el escaso ritmo de crecimiento del PIB con la falta de competitividad de la economía brasileña y la excesiva dependencia del consumo.