Cristóbal Montoro Romero (Jaén, 1950) es ahora el portavoz de Economía del Partido Popular. Este pasado viernes estuvo en Cádiz, en la entrega de los premios del Club Liberal 1812. Y Montoro fue la estrella liberal de los actos en Cádiz. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, siempre fue uno de los hombres fuertes de Rato en los dos gobiernos de Aznar. Tras su nombramiento ha concedido su primera entrevista a elEconomista.
¿Le ha dicho la verdad Zapatero a los españoles sobre la crisis?
Cuando estás en una carrera electoral, cada uno enseña sus cartas y, en ese sentido, el Gobierno lo que ha hecho es trucar ese juego. Hay dos causas de la crisis en España: la situación financiera mundial y la principal es lo que está ocurriendo en el sector de la construcción.
¿No es una desaceleración?
Mucho más que una desaceleración es una caída muy brusca. Y eso está, en parte, inducido. En los informes oficiales, desde hace dos años, se está afirmando que va a haber una caída en el valor de los activos inmobiliarios. Y lo hacen el propio Banco de España, y los informes de la OCDE, que evidentemente están revisados por el Ministerio de Economía y Hacienda, además de un relator de la ONU, un experto que viene a España a analizar la evolución del sector inmobiliario y su crisis o el propio Fondo Monetario Internacional. Y es que cuando un experto afirma que va haber una caída de valor del orden del 20 por ciento porque los activos inmobiliarios en España están sobrevalorados está claro que vamos a una crisis inmobiliaria, es un fenómeno que se está produciendo y está arrastrando al conjunto de la economía española.
¿Y el superávit presupuestario?
R En octubre pasado Zapatero lo que hace es advertir a los bancos y cajas que tenían que dar más liquidez sin reconocer que el problema no era de la actitud de ambos, sino que no tenían capacidad de financiación, porque no eran capaces de obtener en los mercados internacionales lo que necesitaban para financiar el crecimiento económico de España. Y ante esta situación que se está produciendo, el Gobierno, lejos de reconocerla, insiste en que somos el país mejor preparado para afrontar la crisis mundial.
¿Y no lo estamos?
No. Por ejemplo, cuando afirma que tenemos un superávit presupuestario. Pero es que ese superávit ya está sumado en el déficit de la balanza de pagos, lo que quiere decir es que si España tiene un déficit equivalente al 10 por ciento de su Producto Interior Bruto esto es porque ya está sumado el superávit presupuestario. Si tuviéramos déficit cero, equilibrio presupuestario, lo que tendríamos es un déficit del 12 por ciento. Lo que no se puede afirmar es que el superávit está cubriendo esa insuficiencia financiera en España.
¿Entonces?
El Gobierno o está engañando o está mintiendo o no se entera. No se sabe lo que es peor. Un país que no reconoce donde está, lo que está transmitiendo a los mercados internacionales es una ausencia de diagnóstico, y eso es muy grave porque la reacción de los mercados es penalizarnos. En vez de ofrecer una política para reparar tus debilidades, tus desequilibrios, lo que vienes a decir es que no te pasa nada. Y esa es la ocultación que ha habido en este proceso electoral y ahora estamos enfrentados a una crisis económica causada en parte por la caída del sector de la construcción. Claro que estamos en una crisis financiera mundial pero eres tú, como país, quien tiene que reconocer que estás más afectado por esa crisis. Puedes decirte a ti mismo "da igual, he ganado las elecciones". Bien, pero entonces no se resuelve el problema. El problema económico lo tienes delante.
Rajoy ha centrado gran parte de su campaña en la economía, en los problemas de las familias para llegar a fin de mes... ¿cómo es posible que pierdan las elecciones?
Hay un problema político muy serio en España tras esta pasada legislatura, que es la redefinición de lo que es España, del modelo territorial de nuestro país que, por así decirlo, ha centrado la energía política en otro tema no dedicándola a lo que era el principal de sus problemas: seguir promoviendo el progreso, el bienestar, la inserción de España en Europa. Ahora hay que corregir esta orientación. Hay una parte de la sociedad que entiende que el centro derecha liberal español, y eso es una visión muy personal, se está identificando con una restricción de libertades. Esto no es así. Mucha gente ha votado al Partido Socialista simplemente para que no gobierne el Partido Popular, porque temen que eso pueda ser una restricción de libertades. El gran debate político en España va ser el de las libertades. El de quienes son mejores garantes a la hora de promover que existan unos derechos ciudadanos, y obligaciones, pero fundamentalmente unos derechos que realmente se correspondan con la España moderna. Y es una tarea muy compleja, pero también es un formidable desafío, que nos estimula a quienes vamos a estar en la primera línea política en esta legislatura.
¿Ve con preocupación las posibles alternativas a Rajoy en el próximo congreso de Valencia?
El congreso es abierto y las alternativas hay que verlas con naturalidad, como en cualquier congreso. La diferencia es que hemos perdido en las elecciones y eso puede aumentar, obviamente, el nivel de crítica interna, pero lo que también es cierto es que un partido es una estructura institucionalmente organizada y ha funcionado.
¿Qué quiere decir con eso?
Pues que antes de llegar al congreso ha habido un Comité Ejecutivo Nacional con un pronunciamiento muy claro de que haya una continuidad de la actual dirección del partido. Y luego se ha celebrado la Junta Directiva Nacional, donde se han propuesto nombramientos, se ha hecho un análisis. Y es el órgano entre congresos que tiene capacidad de decisión. El partido está funcionando institucionalmente y, por tanto, claro que puede haber candidaturas alternativas, pero esos órganos están funcionando y lo que ha habido es un pronunciamiento claro y explícito de que la línea tiene que ser seguir con una dirección que es la que ahora se está marcando y apostar por una continuidad en la confianza y la convicción de que se pueden ganar las siguientes elecciones generales.
¿Y a partir de ahora?
Hay que mostrar a los españoles que tenemos una alternativa. Vamos a apoyar al Gobierno en aquello que el país necesite para superar su crisis económica, pero no a consensuar por consensuar. Aquello que no planteen correctamente lo criticaremos y propondremos siempre una alternativa. Yo a lo que vengo es a trabajar en la construcción de una alternativa para la economía española en este momento. Y no creo que vaya a ser una legislatura corta.