
La reforma laboral ha celebrado su primer aniversario con el impulso de la industria de la automoción. Un año después de la puesta en marcha de las nuevas medidas, el sector ha aprovechado la flexibilidad que le permite la ley para adaptar la producción a la demanda y permitir que las 18 fábricas que se localizan en la geografía española sigan con actividad.
De hecho, para encontrar el último cierre de una planta en el sector habría que remontarse a comienzos de 2011, cuando cerró la planta que Santana tenía en Linares en el último Gobierno Zapatero.
Gracias a la reforma laboral impuesta por el Gobierno y a la apuesta de las multinacionales por España -en forma de inversiones en I+D- en los últimos meses se han producido buenas noticias para el sector. La última de ellas llegó hace pocos días, tras conocerse que Nissan iniciará la producción del nuevo modelo del segmento C adjudicado a la planta de Barcelona en julio de 2014, mientras que su lanzamiento comercial se producirá tras el verano de ese año, con el habitual "decalaje" de dos o tres meses respecto al inicio de la fabricación.
Este nuevo proyecto industrial para Barcelona supondrá una inversión de 130 millones de euros y la generación de 1.000 puestos de trabajo directos y 3.000 indirectos.
Pero no es el único ejemplo que se ha producido en los últimos meses. Renault también dio buenas noticias al sector de la automoción a finales de 2012 y ratificó los efectos positivos de la reforma laboral . Así, la planta de la marca del rombo en Palencia se impuso a las instalaciones de Francia y Turquía el pasado mes de noviembre y se adjudicó la siguiente generación del Mégane, uno de los vehículos más exitosos del fabricante de automoción galo. Gracias a esta apuesta de Renault por España, se crearán 1.300 puestos de empleo entre esta fábrica y las de Valladolid y Sevilla.
Ambos planes, anunciados por Nissan y Renault en los últimos meses, se suman a otras inversiones ya comprometidas por PSA Peugeot Citroën, Ford, Seat o Iveco.
Fuentes del Ejecutivo se muestran convencidas de que la reforma ha servido para frenar la destrucción de empleo y apoyan estas afirmaciones cotejando el menor ritmo interanual de crecimiento del paro (del crecimiento del 13 por ciento registrado en mayo de 2012 se ha pasado a un 8 por ciento en enero). Otro indicador que demuestra el acierto de la reforma laboral es el repunte de los ERE de suspensión temporal de empleo (59,1 por ciento hasta noviembre) y de reducción de jornada (se han multiplicado por más de dos).
La patronal la ve positiva
En la CEOE, la valoración sobre la reforma laboral es más positiva, aunque en este caso los empresarios piensan que la ley se ha quedado corta. Entienden que se debe seguir avanzando en medidas de flexibilidad que garanticen avances en la capacidad de adaptación de las empresas y que posibiliten la creación de empleo tan pronto se produzca la recuperación económica.
Por su parte, los sindicatos se han mostrado mucho más reacios a esta reforma laboral . UGT la define como "una máquina de destrucción de empleo" que ha llevado al "empeoramiento" de las condiciones laborales de los trabajadores.
El sindicato ha evaluado esta medida un año después de su aprobación en el Consejo de Ministros y, entre sus conclusiones, también destaca que ha incidido "seriamente en el retraso" de la negociación colectiva y en la "judicialización" de las relaciones laborales.
Su informe recoge que la contratación desde febrero de 2012 a enero de 2013 ha caído un 3,6% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el año pasado aún faltan por firmar 3.000 convenios para 5,4 millones de trabajadores. Se han dictado alrededor de 250 sentencias en la Audiencia Nacional y en los Tribunales Superiores de Justicia de las distintas Comunidades Autónomas, en relación con la reforma .