Economía

Toque de atención de Washington: aconseja a Cameron que no rompa con la UE

El primer ministro británico, David Cameron. Foto: Archivo

La Unión Europea sigue sin dar tregua a David Cameron. Frente a las voces más euroescépticas de entre sus propias filas -entre las que figura un notable porcentaje de partidarios de un referéndum sobre la continuidad en la UE-, se suceden los avisos al mandatario británico para que no limite sus relaciones con Bruselas. Ayer, EEUU mandó un mensaje a Cameron que no ha pasado inadvertido.

Medios británicos como el Financial Times o The Guardian hacen hincapié en sus ediciones de hoy en el toque de atención enviado a Londres por boca del responsable para Europa de la Secretaría de Estado estadounidense, Philip Gordon.

Ayer, durante su visita a la capital británica sugirió que si Reino Unido da el paso de romper lazos con la Unión Europea, afectará a sus relaciones con Washington.

Philip Gordon dejó así patente la visión de la segunda Administración de Barack Obama en materia europea: considera que tiene un "peso en aumento" en el mundo y si Londres quiere mantener su influencia a escala internacional, irremediablemente ha de ser como parte de "esta importante voz" en la que "paulatinamente" se está convirtiendo Bruselas.

Empresarios y Bruselas

Pero no solo EEUU lanzó su mensaje de advertencia al jefe de Gobierno británico. Una decena de jefes de gigantes como Virgin o BT han decidido unir fuerzas ante los beligerantes bríos con los que el premier parece haber comenzado el año en materia de Europa.

El primer ministro británico pretende repatriar poderes cedidos a Bruselas aprovechando los cambios en los Tratados para reforzar la Eurozona. El resultado de la negociación se sometería a un referendum que determinaría si Londres sigue en la UE.

Su esperada intervención está prevista para finales de enero, pero Cameron ha querido ya abrir boca y, sobre todo, contentar a las bases más contrarias al proyecto europeo entre los conservadores. Y, a pesar de que no ha expresado su apoyo a la convocatoria del plebiscito que sí apoyan otros miembros de su partido, ha reivindicado desafiantemente que Londres tiene "perfecto derecho, no sólo ello, sino capacidad, para pedir sus propios cambios".

Para los empresarios, este debate abre una "incertidumbre" que lo único que hace es amenazar a la economía británica. Por no hablar de los 25.000 millones de libras en pérdida de impuestos que acarrearía abandonar el bloque comunitario, más diez años como mínimo de plazo para renegociar acuerdos como los que ha permitido la pertenencia a la UE.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el primer ministro irlandés, Enda Kenny, cuyo país ocupa la presidencia de turno comunitaria, han defendido la permanencia de Reino Unido en la UE, pero han descartado renegociar los Tratados para acomodar las demandas británicas.

En una visita a Dublín, Van Rompuy ha retomado las advertencias con las que había concluido 2012, ya que en según aseguró las demandas de Reino Unido amenazan no sólo a la cohesión de Europa, sino también a las propias aspiraciones de Reino Unido.

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