Economía

El gasto en Navidad se hunde desde 2007 un 47% por la pérdida de poder adquisitivo

El gasto ha vuelto a desplomarse en la campaña de Navidad, hasta alcanzar el nivel más bajo desde que se inició la crisis. De acuerdo con los datos de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (Fuci), la media por habitante, teniendo en cuenta sólo a los adultos con trabajo, se ha situado en total en 514 euros, lo que supone un 8 por ciento menos que en 2011. Pero lo peor es que es una caída acumulada año tras año y el gasto se ha reducido en total en 300 euros desde 2008.

Los pequeños y medianos comerciantes apuntan que más allá de las dificultades económicas hay un motivo claro que explicaría este descenso. "Son muchos los españoles que han optado por regalar dinero, dadas las dificultades por las que atraviesan muchas familias, y eso ha provocado un descenso generalizado del consumo. Nuestra esperanza es que ese dinero se use ahora para hacer compras, aprovechando las rebajas", aseguran desde la Confederación Española del Comercio (CEC).

Y entre las grandes empresas de distribución, la situación no ha sido mucho mejor. Aunque las compañías no facilitan en este caso datos, distintos analistas del sector coinciden en que esta ha sido la peor campaña en muchos años.

El incremento del IVA que se llevó a cabo en septiembre, el alto nivel de desempleo alcanzado y la retirada de la paga extraordinaria a los funcionarios han hecho mella en el consumo. "El dinero que se dejarán los españoles en las fiestas navideñas es el más bajo desde que empezaron a notar las consecuencias de la crisis en la que hoy seguimos inmersos. En los últimos cinco años ha caído un 49 por ciento", apunta Gustavo Samayoa, presidente de Fuci.

Diferencias autonómicas

El gasto en Navidad ofrece una fotografía muy distinta, sin embargo, dependiendo de la comunidad que se analice. Madrid, Valencia y Cataluña son las autonomías que están a la cabeza, con casi 600 euros por habitante, mientras que Canarias (430 euros) y Extremadura (450 euros) se encuentran en el extremo opuesto. La caída, eso sí, es generalizada en todas ellas.

Prueba, no obstante, del agravamiento de la situación económica es que el capítulo en el que los consumidores han gastado más dinero en estas fiestas es ahora el de la alimentación en el hogar. La media nacional se ha situado en 191 euros, un 2 por ciento más que en 2011. Pero eso no es porque hayan comprado más, sino porque, según explican las organizaciones de comerciantes, los precios se han encarecido. Cataluña es la región donde más dinero se ha gastado en comida, mientras que Extremadura y Canarias figuran en el extremo opuesto.

Juguetes y regalos es otra de las partidas que más gastos conlleva, con una caída del 12 por ciento respecto a 2011. En este caso, sin embargo, hay profundas diferencias regionales. Así, mientras que en Madrid el gasto se sitúa en 190 euros por habitante, en Canarias desciende hasta 135 euros.

En la misma línea también cae el gasto en ocio, hasta 78 euros por habitante. Pero aquí hay que tener en cuenta que el año pasado hubo ya un desplome mucho más fuerte y que el presupuesto para esta partida se ha reducido desde el año 2008 un 62 por ciento.

El apartado que sufre en cualquier caso una mayor caída respecto al año pasado es el de la compra de lotería, con una disminución del 18 por ciento. Entre el sorteo de Navidad y el Niño, los españoles han comprado de media cuatro décimos por persona.

Recuperar la confianza

Tras una campaña de Navidad que no ha logrado satisfacer las expectativas del sector, los comerciantes miran por ello hacia las rebajas con la esperanza de poder remontar las ventas, especialmente tras conocer los datos del Índice de Confianza del Consumidor del mes de diciembre publicados por el CIS, que reflejan una mejora en la percepción del consumidor sobre la situación actual (+1,5 puntos) y evolución futura de la economía de los hogares (+3,6 puntos).

Todas las asociaciones y patronales del comercio coinciden, de hecho, en que el consumo sólo volverá a crecer cuando los españoles recuperen la confianza y desaparezcan las incertidumbres.

"Es inconcebible que la política económica de nuestro país esté marcada exclusivamente desde el Ministerio de Hacienda por medidas de carácter fiscal, sin tener en cuenta el impacto en la economía real de España", apunta Manuel García-Izquierdo, presidente de la CEC.

La asociación demanda un Plan de Dinamización para el pequeño y mediano comercio "serio y riguroso" que se adapte a las autenticas necesidades del sector y que contemple medidas de carácter fiscal, laboral, financiero, de formación, competencia desleal, ahorro energético y de seguridad.

Un plan, señala Garca Izquierdo, "que ayude al pequeño y mediano comercio a salir de la encrucijada en la que se encuentra inmerso como consecuencia de esta grave situación económica". Sólo así se podría frenar, en su opinión, la continua sangría de cierre de tiendas.

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