Economía

Economía facilitará la entrada de las aseguradoras en el 'banco malo'

  • Ultima una ley para que la deuda subordinada de la Sareb sirva como inversión en seguros y fondos
  • La industria era reticente a entrar de accionista por miedo a una penalización en su solvencia
El ministro de Economía, Luis De Guindos. Foto: Archivo

El Ministerio de Economía y Competitividad ha decidido recoger el guante lanzado por las aseguradoras y regulará para facilitar su entrada en el capital del banco malo o Sareb. La Dirección General de Seguros prepara una normativa que calificará como activo apto la deuda subordinada emitida por el vehículo, permitiendo así que se considere como inversión válida para los fondos de pensiones o los seguros de las compañías, indicaron fuentes conocedoras del proyecto.

El sector ha comprometido ya algo más de 110 millones de euros en el banco malo, que irá, indistintamente, a compra de capital y de la deuda subordinada que computarán como recursos propios de la Sareb. Mapfre aporta 50 millones de euros, Mutua Madrileña otros 30 millones, Catalana Occidente cifra en 15 millones su inversión, Axa en 10 millones y Pelayo y Asisa aportarán uno 3 millones cada una.

Otras, como Aviva aún lo sopesan. Se espera que desde el ámbito del seguro llegue entre 100 y 150 millones adicionales a través del Consorcio de Compensación de Seguros, que computaría, en todo caso, como inversión pública aunque su presupuesto se nutre de recargos en las pólizas comercializados por las compañías aseguradoras.

Salva las reticencias

En términos globales e, incluso, individuales, son incursiones limitadas para las compañías y asumibles, dada su gran cartera inversora. Pero superiores a su vocación inicial, ya que el vehículo despertaba escaso o nulo interés en un comienzo para la industria aseguradora. Un ejecutivo del sector confesó que el banco malo no atraía porque era un instrumento construido para resolver un problema ajeno, el de la limpieza inmobiliaria de la banca; y encontraba demasiadas incertidumbres en una potencial incursión.

Y es que las inversiones del sector asegurador se encuentran sujetas a unas reglas muy estrictas y conservadoras porque comprometen recursos con los que atenderán en el futuro los compromisos adquiridos a través de los seguros o el pago de rentas de jubilación de sus clientes, por poner un ejemplo.

La tendencia regulatoria a escala internacional acentúa además dicha exigencia. Solvencia II, la directiva europea que fijará el nuevo marco de capital del Seguro va en la línea de reforzar la industria. Su entrada en vigor no se prevé antes de 2014 ó 2015 pero endurecerá aspectos ligados a la inversión -eleva la penalización en la asunción de determinados riesgos-, que desincentivaban la entrada en la Sareb.

A mediados de noviembre el director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), Antonio Carrascosa, tuvo conocimiento directo de la inquietud del sector en una reunión a la que acudieron representantes de una veintena de aseguradoras. Convocó a la industria para explicarles el vehículo y resolver sus dudas con la finalidad de convencerles para que entrasen en el capital. A la cita también asistió la directora general de Seguros, Flavia Rodríguez-Ponga. Economía les escuchó y resolverá una laguna para remover inquietudes y facilitar la inicial titubeante irrupción en la Sareb.

Economía quería captar accionistas distintos a la banca nacional para atraer inversores extranjeros y reforzar el mensaje de confianza en la Sareb transmitido al exterior, y el seguro es el sector potencial por su alta solvencia, aún transcurridos cinco años de la crisis, y la fuerte vocación y capacidad inversora.

Gran capacidad inversora

Extendió la oferta a las grandes empresas del Ibex, pero las aseguradoras son las únicas en aceptarla junto a la banca nacional, que es el verdadero soporte de la Sareb para que nazca con mayoría de capital privado -si el Frob toma más del 50% la deuda de la Sareb hubiese puesto en aprietos las cuentas del Estado, al tener que computar como deuda pública-. La cuota internacional la cubre, por el momento, Deustche Bank, Barclays y Axa, aunque el proceso sigue abierto, con expectativas de incorporar algún fondo extranjero aún.

La Sareb cerró el viernes la primera fase con 3.818 millones en recursos propios (25% capital y 75% con emisión de deuda subordinada). Más que suficiente para soportar la entrada de inmuebles y crédito promotor de Bankia, Novagalicia, Catalunyacaixa y Banco de Valencia. En el primer trimestre recibirá los activos de Liberbank, Caja3, BMN y Caja España-Duero, y ampliará el capital.

El capital adquirido por las aseguradoras figura como cualquier otra inversión industrial a efectos de solvencia. La Sareb promete una rentabilidad anual de 14-15%, según el plan de negocio elaborado por Álvarez &Marsal. Pagará dividendos cuando rebaje su apalancamiento -la deuda emitida para pagar a los bancos los activos que le entregan-. Con la nueva regulación, la deuda subordinada servirá para los fondos y seguros, además de que prevé abonar una rentabilidad del 8% cuando la Sareb baje su endeudamiento. Todas las aseguradoras han comprado subordinadas -Asisa y Pelayo, de hecho, solo invierten en esta deuda.

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