"Era una decisión para mí esperada". Mario Conde, expresidente de Banesto, comenta hoy en un artículo el fin de la entidad después de que ayer Santander anunciase su propuesta de fusión por absorción.
Conde, al frente de la entidad cuando fue intervenida por el Banco de España en 1993 y le llevó ante los tribunales, dedica hoy unas palabras de afecto "para todos aquellos que conmigo vivieron aquellos momentos cargados de dificultades, de persecuciones, de injusticias, de brutalidades y de prevaricaciones".
"En estos días el negocio reclama la terminación de Banesto", señala Conde respecto al fin a una marca de 110 años de historia. "Y sin más, se adopta la decisión. Se trata de que la dimensión comercial del Santander en España funciona regular, según las noticias financieras". "Y los números del banco de los últimos tiempo indicaban una situación cuando menos problemática. Vamos que iba mal, según los rumores del mercado y ciertas publicaciones especializadas. Pues se elimina y en paz", añade en un artículo en Fundación Civil.
El expresidente de Banesto también hace alusión a los planes concretos de Santander, que anunció ayer que cerrará 700 sucursales "y miles de personas, previsiblemente, ingresen en el paro. Es una decisión que llaman de reestructuración del sistema financiero. Vamos, negocio, puro negocio. Nada personal, solo negocio", escribe Conde.
En su escrito también menciona al presidente de Banco Santander, Emilio Botín, y recuerda las palabras que un día pronunció en referencia a que Banesto había sido el mejor negocio de su vida. "Es evidente, compró un banco muy bueno en un precio de regalo. Supo aprovecharse de la necesidad del poder de solventar cuanto antes la crisis financiera que abrieron por motivos espurios de sustancia política. Y lo hizo de la mejor manera: obtuvo del entonces interventor del banco, Alfredo Sáenz, la información sobre la verdadera situación en la que se encontraba", escribe Conde.
"Botín hizo el gran negocio con Banesto. Y lo más curioso es que muchos de los accionistas del banco de entonces siguen sin entenderlo".
Intervención de Banesto
En su artículo, Conde también menciona la intervención de Banesto a finales de 1993. "Ahora solo reiterar a quienes conmigo vivieron aquellos años mi agradecimiento y afecto por su dedicación a la causa Banesto, incluso a aquellos que, por las razones que fueran, no quisieron ver en el acto de intervención la sustancia política de la que estaba compuesto. Quizás hoy vean con mas serenidad los hechos que son ya historia".
Conde ve "absurdo" a estas alturas ponerse a razonar sobre el contenido político de aquella decisión. "Quien quiere saber ya dispone de los elementos necesarios. Y quien prefiere seguir instalado en la mentira, o a quien no le queda otra sino seguir mintiendo, puede hacerlo. Al fin y al cabo la concentración del poder en general y del publicitario en particular desmorona la libertad de prensa y resquebraja la de opinión", señala elexpresidente de la entidad.
"Ayer -prosigue Conde- alguien me dijo que la decisión derivaba de que la sociedad española se daba cuenta cada día con mayor nitidez de lo sucedido en torno a Banesto. Muchas cosas habían cambiado desde aquel fatídico 28 de diciembre de 1993. Este año, cuando se cumplan 19 años del día en el que el Sistema decidió intervenir, no existirá sino el recuerdo".
Sin embargo, Conde piensa que no es tan fácil borrar ciertas cosas de la memoria colectiva. "Los aficionados a la historia sabemos de los empeños del poder por destruir lo real. E igualmente conocemos que en no pocas ocasiones ha tenido éxito en su empeño".
Pero a la larga, escribe, "el tiempo suele poner a todo en su sitio, porque la historia no se borra a base de matar perros, ni de pretender con esas muertes ocultar verdades. Funciona un tiempo, pero no todo el tiempo del mundo", concluye.