La Administración Bush está concluyendo un plan para ayudar a miles de propietarios facilitándoles la financiación de nuevas hipotecas para que puedan hacer frente al pago de sus casas, según informó el Gobierno. La oferta se dirige a prestatarios que le deben a sus bancos más dinero de lo que valen sus propios hogares debido a la caída en picado de los precios, una cuestión clave en plena crisis de la vivienda en Estados Unidos. Bajo este proyecto, la Administración de Vivienda Federal promovería que los prestamistas perdonaran una porción de esos préstamos y lanzaran nuevas hipotecas, más bajas, en el intercambio para el respaldo financiero del Gobierno federal, según informó el diario estadounidense The Washington Post.