
La recesión económica que se cierne sobre Estados Unidos ha conseguido que los candidatos a la presidencia del país otorguen a este tema un lugar preferente en sus discursos. Uno de sus últimos lemas engloba, con gran maestría, dos de las mayores preocupaciones de la sociedad global actual, el empleo y el medio ambiente. El secreto: la nueva profesión de "cuellos verdes".
Una de las promesas de demócratas y republicanos en su carrera hacia Washington es la creación de millones de puestos de trabajo insertados en un nuevo rango profesional calificado "de cuello verde", según recoge el diario The New York Times. Esta denominación sigue la costumbre anglosajona de agrupar bajo el teórico color del cuello de su camisa a los trabajadores según el tipo de oficio que desempeñen.
Así, los de "cuello blanco" son los que se encargan de tareas 'de oficina' -administrativos, ejecutivos, oficinistas...-, mientras que los de cuello azul son obreros, operarios o mecánicos, y los de "cuello rosa" se encuentran en el sector servicios y son, mayoritariamente, mujeres.
Concienciación mediambiental
La irrupción de esta nueva categoría, la de los trabajadores de "cuello verde", tiene que ver con el auge de las energías limpias y la responsabilidad social. La progresiva concienciación con el cambio climático está motivando a empresas, ciudades y habitantes a tomar medidas para contribuir con la conservación del medio ambiente y, como consecuencia de esta creciente actividad, se precisa de un mayor número de empleados cualificados que ocupen estos puestos.
Dejando de un lado las críticas que consideran este término una ocurrencia que los políticos quieren poner de moda, lo cierto es que el sector de las energías renovables crece a pasos agigantados. No hay más que observar el caso español, donde compañías cotizadas como Solaria, Gamesa o Iberdrola Renovables se han convertido en refugios para los inversores en estos momentos de turbulencias debido, entre otras cosas, a la proyección de sus negocios.
Ahora hacen falta personas que instalen paneles solares, aclimaten las viviendas, fabriquen biocombustibles y coches que funcionen con ellos, o construyan aerogeneradores. En este contexto, en España cerca de 200.000 personas trabajaban, de forma directa o indirecta, para empresas de renovables al finalizar 2007, según datos publicados recientemente por Comisiones Obreras.
Desarrollo prometedor
En EEUU, esta cifra se eleva hasta los 8,5 millones de personas, de acuerdo a los datos publicados por la Sociedad de Energía Solar. Sin embargo, esta cantidad podría aumentar en tres o cinco millones durante los próximos diez años, según Jerome Ringo, el presidente Apollo Alliance, una asociación dedicada a mejorar el acceso a trabajos relacionados con las energías no contaminantes con sede en EEUU.
El secretario confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO, Joaquín Nieto, manifestaba recientemente que el desarrollo de las energías renovables "es prometedor e invita al optimismo".
Más allá, y en línea con lo afirmado por los candidatos estadounidenses, va Jeremy Rifkin, presidente de la Fundación de Tendencias Económicas, quien afirma que este sector será uno de los pilares de la tercera revolución industrial, que creará "millones de empleos", En opinión de Rifkin, las necesidades energéticas aumentarán un 50% de aquí a 2030.