BERLIN, 17 (Reuters/EP)
El Banco Central Europeo (BCE) supedita una nueva quita de la deuda de Grecia a que el Gobierno heleno implemente las reformas acordadas con la 'troika', según ha enfatizado este viernes el miembro del Consejo de Gobernación del organismo europeo, Jens Weidmann.
"Considero una pregunta abierta sobre si ha surgido la necesidad de recortar la deuda" de Grecia, ha afirmado Weidmann, en una comparecencia ante los medios organizada por el diario germano 'Sueddeutsche Zeitung'.
Una quita de la deuda griega solo tendría sentido como premio a la finalización de un paquete de reformas que estabilice las finanzas del país, ha aclarado Weidmann, siendo el primer miembro de la cúpula ejecutiva del BCE en dejar entrever una segunda quita de la deuda.
El siguiente tramo del segundo rescate a Grecia, equivalente a 31.000 millones de euros, permanece bloqueado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y varios gobiernos europeos por sus diferencias sobre cómo aliviar el peso de la deuda helena.
El tramo pendiente de inyectar es clave para Atenas, acuciada por la falta de liquidez que podría abocar a Grecia a una suspensión de pagos y, por ende, a una posible salida del euro.
El FMI ha sugerido que los prestamistas europeos deben soportar pérdidas con una quita de la deuda griega. No obstante, Alemania, el mayor de los contribuyentes a los fondos de rescate europeos, se ha negado a asimilar pérdidas, aduciendo que sería ilegal.
OPCION DESCARTADA A CORTO PLAZO
Weidmann, por su parte, ha abogado por que Atenas cumpla con la 'hoja de ruta' acordada con la 'troika' --conformada por la Comisión Europea, el FMI y el BCE-- para promulgar una quita y así pueda volver a los mercados para hacer acopio de financiación que apuntale la que aportan los fondos de rescate.
"Podría llevar a cabo la quita hoy (...) pero si el déficit no es sostenible, nos encontraremos en la misma situación como la de hoy de nuevo en diez años y eso no tendría ciertamente ningún sentido", ha explicado.
Weidmann se ha opuesto en el pasado a un programa de compra de bonos de países con problemas de financiación, como España o Italia, por parte del BCE para aplacar los embates de los mercados.
Siempre posicionado en el lado que goza del menor apoyo, Weidmann ha descartado dimitir de su cargo al no apoyar las medidas "principales" por las que propugna el BCE en materia de política monetaria.
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