
Mariano Rajoy tiene ya asumido que España no cumplirá este año con el objetivo de reducir el déficit público hasta el 6,3% del PIB, tal y como se había comprometido con Bruselas, según han reconocido a elEconomista fuentes cercanas al Gobierno. La desviación de las cuentas públicas que barajan en estos momentos los responsables económicos del Ejecutivo ronda el 7%, cifra que se acerca más a la previsión de analistas e instituciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional.
El presidente está además convencido de que la Comisión Europea será tolerante y no exigirá a nuestro país medidas adicionales para corregir de forma más contundente el déficit. El principal argumento de Rajoy es que prácticamente ningún país va a cumplir esta año con sus objetivos de déficit, debido al deterioro que está sufriendo el entorno macroeconómico internacional. El próximo 7 de noviembre se conocerán los datos de la evolución de las cuentas públicas de los países de la UE. Ese día veremos, previsiblemente, que casi nadie está en disposición de cumplir con lo comprometido.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, manifestó el pasado martes su disgusto ante el incumplimiento generalizado de los objetivos de déficit y señaló que si éstos se relajan, la prima de riesgo volverá a sufrir tensiones.
En este contexto, la cifra del 7% no resulta baladí. En Moncloa consideran que ese porcentaje constituye una auténtica línea roja, el máximo que las autoridades europeas aceptarán sin tomar cartas en el asunto. Siempre que no se supere ese nivel, España podrá esgrimir el esfuerzo que está haciendo para cerrar el agujero de las cuentas públicas. En el actual escenario de recesión, rebajar el déficit en dos puntos y medio de PIB tiene un mérito que el Gobierno considera que no está siendo valorado convenientemente.
Los intereses españoles también se verían beneficiados por la posible prórroga de dos años que la Comisión, el BCE y el FMI estudian conceder a Grecia para aplicar los recortes. El de los griegos no es el vagón europeo en el que le gusta viajar a Rajoy, pero hoy por hoy ambos países son los que están realizando el mayor esfuerzo de ajuste dentro de toda la Unión y merecen un poco de comprensión.
Más allá de todos estos argumentos, el Ejecutivo se considera avalado por el trabajo hecho hasta ahora. "Este Gobierno ha salvado a la economía española del colapso", señalan a elEconomista fuentes próximas a Rajoy. El déficit, aseguran, ha sido embridado; el saneamiento financiero está encauzado; el sector privado se encuentra a punto de completar su ajuste; la economía española ha ganado muchos enteros en competitividad.
El déficit de la Seguridad Social
La principal causa de la desviación del déficit se encuentra en las cuentas de la Seguridad Social. En los Presupuestos de 2012, presentados en marzo, se preveía que la Seguridad Social cerrara el ejercicio en equilibrio, frente al saldo negativo de 773 millones que anotó en 2011. Sin embargo, hace pocos días el Gobierno reconoció ante Bruselas que nuestro sistema de pensiones terminará el año con unos números rojos de 10.500 millones, como consecuencia del deterioro de las cotizaciones, el imparable aumento en la nómina de las pensiones y el incremento del dinero destinado a prestación por desempleo.
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