CHERTSEY, Inglaterra, October 19, 2012 /PRNewswire/ --
-- Un nuevo estudio revela que las directrices europeas para la infección por Clostridium difficile no se siguen de forma rutinaria[1]
Las pruebas inadecuadas podrían significar que una de las infecciones de
salud más comúnmente adquiridas podrían no ser diagnosticadas[2]
Los nuevos datos presentados durante la conferencia internacional de la ID Week 2012 celebrada en San Diego han demostrado que más de las tres cuartas partes (78%) de los profesionales de la salud encuestados en Europa creen que no se estarían siguiendo las directrices para las pruebas de la infección por Clostridium difficile (CDI)[1]. Esa noticia se produce aún a pesar de que los encuestados creen que CDI está aumentando en un gran número de casos sin diagnosticar[1].
CDI es una de las infecciones de salud más comúnmente adquiridas en los adultos en Europa, además de la principal causa de diarrea asociada a los antibióticos en adultos[2]. CDI se ha convertido en un problema cada vez mayor en los hospitales, centros de salud y otras instalaciones de cuidados a largo plazo[3]. Se estima que alrededor de 1 de cada 50 personas con CDI morirá a los tres meses como resultado de la infección[4].
Actualmente, las directrices de la European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ESCMID) recomiendan una aproximación de dos pasos para la diagnosis de CDI en las que están implicados dos test diferentes que detectan tanto la presencia de la bacteria Clostridium difficile y las toxinas producidas por la bacteria[5]. Solo el 22% de los profesionales de la salud encuestados saben que los laboratorios usan de forma regular un algoritmo de diagnosis de dos pruebas para CDI que detecta la presencia de C. difficile y la presencia de toxinas[1].
"Es preocupante ver que parece existir una confusión en torno a qué pruebas CDI se usan actualmente. Los descubrimientos indican que los test de diagnosis recomendados CDI no se estarían llevando a cabo de forma sintomática en Europa. Esto podría llevar a una diagnosis pobre o falta de diagnosis, lo que finalmente significa que los pacientes podrían no recibir un tratamiento óptimo", explicó el profesor Mark Wilcox, profesor de microbiología médica de los Leeds Teaching Hospitals y de la University of Leeds. "El efecto neto de esta aproximación no estandarizada para las pruebas podría suponer también la falta estimada de una incidencia auténtica de CDI en Europa".
La encuesta la realizó GFK y fue comisionada por medio de Astellas Pharma Europe Ltd. Se completaron un total de 868 cuestionarios por medio de profesionales de la salud de Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido, incluyendo médicos de hospitales, especialistas en enfermedades infecciosas, cirujanos, médicos de cabecera y microbiólogos[1].
Discrepancias entre la percepción y la realidad
La encuesta ha descubierto importantes discrepancias entre las pruebas solicitadas por los médicos y las que en realidad se llevan a cabo en los laboratorios. Mientras que el 64% de los médicos solicita un cultivo de deposiciones, solo el 42% de los microbiólogos ha indicado el uso de este método en el laboratorio[1]. Por otra parte, el 44% de los médicos solicitan una prueba de toxina A+B+ de inmunoensayo de enzima (EIA), mientras que el 75% de los microbiólogos usan estas pruebas en los laboratorios[1]. Esta discrepancia se puede deber al hecho de que los cultivos de deposiciones pueden ser muy laboriosos y lentos[2] cuando las pruebas EIA son sencillas y rápidas de realizar. A pesar de ello, las pruebas EIA son menos sensibles[5] y podrían llevar a casos no diagnosticados si se usan de forma única.
"Estos descubrimientos revelan variaciones importantes en el conocimiento en relación a la diagnosis CDI entre los profesionales de la salud, y sugieren que es necesario llevar a cabo un esfuerzo de formación importante para hacer frente a ello", comentó el profesor Wilcox. "Los médicos han de familiarizarse ellos mismos con las pruebas localmente disponibles y crear un diálogo entre los laboratorios para optimizar su aproximación a la diagnosis".
Los resultados de esta encuesta europea destacan la necesidad de estandarizar las pruebas en línea con las recomendaciones para minimizar la falta de diagnosis de esta infección destacada y a menudo amenazante para la vida[5],[6].
NOTAS PARA LOS REDACTORES:
Acerca de la encuesta
La encuesta la realizó GFK y fue comisionada por medio de Astellas Pharma Europe Ltd. Los médicos practicantes y microbiólogos de Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido fueron invitados a participar en una encuesta online con 33 preguntas. Se completaron un total de 868 cuestionarios: 707/868 (81%) por medio de médicos de hospitales (4% microbiólogos, 16% especialistas en enfermedades infecciosas, 62% otros) y 161 (19%) por médicos de cabecera[1].
Acerca de la infección por Clostridium difficile
La infección por Clostridium difficile (CDI) es una enfermedad grave causada por la infección de la línea interna del colon por la bacteria C. difficile[7]. La bacteria produce toxinas que causan la inflamación del colon, diarrea y, en algunos casos, la muerte[7]. Los pacientes suelen desarrollar la CDI por el uso de antibióticos de amplio espectro que pueden reducir el número de bacterias 'buenas', permitiendo que se multiplique la bacteria C. difficile y produzca toxinas[7],[8].
Los pacientes mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de recurrencia de CDI, en los que usan un amplio espectro de antibióticos y en pacientes que tienen periodos prolongados de hospitalización[9],[10],[11]. A pesar de ello, el alcance auténtico de la CDI en Europa es desconocido pese a las diferencias internacionales en la vigilancia, pruebas y concienciación en torno a la enfermedad[12].
El riesgo de padecer CDI y la recurrencia de la enfermedad es particularmente elevada en pacientes de 65 años y mayores[13]. La recurrencia de CDI ocurre en hasta un 25% de pacientes dentro de los 30 días de inicio del tratamiento con las terapias actuales [14],[15],[16]. La European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ESCMID) ha identificado la recurrencia como el problema más importante en el tratamiento de CDI[6].
CDI produce unos costes importantes para los sistemas de salud, sobre todo debido al aumento de la hospitalización[17]. Los pacientes con CDI permanecen en el hospital aproximadamente entre una y tres semanas más[18],[19],[20], más, y presentan un coste hospitalario ajustado de 7.147 euros más en comparación con los que no tienen CDI[18].
Acerca de Astellas Pharma Europe
Astellas Pharma Europe Ltd., con sede en el Reino Unido, es una filial europea de Astellas Pharma Inc., una empresa con sede en Tokio. Astellas es una empresa farmacéutica dedicada a mejorar la salud de las personas de todo el mundo mediante el suministro de fármacos innovadores y fiables. La compañía tiene como objetivo convertirse en una empresa global que combine capacidades extraordinarias de I+D y marketing y continúe creciendo en el mercado mundial farmacéutico. Astellas Pharma Europe Ltd. es responsable de 21 empresas afiliadas situadas en Europa, Oriente Medio y Africa, una instalación de I+D y tres plantas de producción. La compañía cuenta con una plantilla de aproximadamente 4.200 empleados en estas regiones. Para más información sobre Astellas Pharma Europe, visite http://www.astellas.eu.
Referencias
1. Wilcox M, et al. Management of Clostridium difficile infection (CDI). Results from a pan-European survey: perceptions and reality. Póster presentado en la ID Week 2012, San Diego, Estados Unidos. Póster número 306.
(CONTINUA)